El cierre de los bancos de Grecia, por lo menos hasta después de la celebración este 5 de julio del referéndum inesperado anunciado por el Gobierno griego en relación con las exigencias de la “troika”, pone de relieve la insensatez de anteponer la ideología al buen sentido económico, a juicio de la Confederación Sindical Internacional.
A este respecto, Sharan Burrow, Secretaria General de la CSI, señaló: “Los años de políticas fallidas de austeridad impuestas a Grecia han empobrecido a millones de personas y en realidad han empeorado la crisis de la deuda. La receta de la troika ha sido un fracaso desastroso y corre el riesgo de exponer no solamente a Grecia, sino potencialmente a otros países de la eurozona, a la codicia desaforada de los grupos financieros y especuladores mundiales. La intransigencia de todas las partes tiene que dar paso a la reiniciación de las negociaciones centrándose de lleno en ayudar a Grecia a reconstruir su economía y reforzar así la zona euro en su conjunto. La reprogramación y el alivio de la deuda son fundamentales para el logro de este objetivo”.
Bernadette Ségol, Secretaria General de la Confederación Europea de Sindicatos, ha pedido hoy a la Unión Europea y al Fondo Monetario Internacional “pensar y repensar la situación, mostrar mayor flexibilidad y llegar a un acuerdo con Grecia que incluya la reprogramación y el alivio de la deuda, al tiempo que se financian las necesidades sociales urgentes y se restablezca la inversión”.
