Agresiones a los empleados públicos: algo más que protocolos y estadísticas
Como ya os hemos informado en anteriores comunicados FAC-USO lanzó hace meses una Campaña contras las Agresiones, bajo el lema AGRESIONES A LOS EMPLEADOS PUBLICOS, BASTA YA, TOLERANCIA CERO, en la que proponíamos varias oniciativas de carácter normativo, administrativo, así como el posicionamiento de Administraciones y empleados públicos contra las agresiones.
Estos últimos días algunos medios de difusión se han hecho eco, a raíz de informaciones facilitadas por una organización sindical, de la grave situación de agresiones que soportamos, en nuestro trabajo diario, los empleados y empleadas públicos.
No obstante, en la FAC-USO creemos que este tipo de publicidad, lejos de solucionar el problema, lo convierte en tema de tertulias y tertulianos, dando pie a su frivolización, lo qué creemos que no es bueno por el efecto llamada que puede producir.
Además, convierten agresión y agredidos en una cuestión meramente estadística.
Las soluciones propuestas desde algunos ámbitos, lejos de ser eficaces son siempre las mismas, protocolos y más protocolos, que no decimos que no sean necesarios, pero que finalmente no aportan nada nuevo a la solución del problema, que para FAC-USO no es otra que cortar las agresiones de raíz, poniendo los medios legales y materiales que sean necesarios, dando cobertura adecuada al agredido, y castigando adecuadamente, y porque no decirlo, duramente, al agresor, junto con una amplia campaña de dignificación de los Empleados Públicos.
Hace pocas semanas, concretamente el 16 de abril, un compañero de la TGSS fue brutalmente agredido en su puesto de trabajo.
Una vez trasladado al Hospital para ser atendido de sus lesiones, al día siguiente tuvo que presentar, por su cuenta y riesgo y sin ningún asesoramiento legal por parte de la Administración, la correspondiente denuncia ante el Juzgado de Guardia.
El pasado 9 de junio ha sido citado a prestar declaración, teniendo que acudir acompañado de procurador y abogado, que además tendrá que pagar de su bolsillo.
El presunto agresor, que está en libertad, al parecer hace unos días, podría haber ido otra a Administración de la TGSS, en la que informó a la funcionaria que le atendía que ya le había dado unos guantazos a un compañero suyo.
Fuentes de la Administración nos han insinuado que si en la agresión se hubieran producido daños materiales a las instalaciones y/o mobiliario de la misma, no habría dudas en cuanto a su posición, pero al haberse producido solo daños personales, surgen problemas, porque ante la posible insolvencia del agresor, la Administración puede ser condenada como responsable civil subsidiario.
Incluso alguien puede haberse atrevido a decir que los guantazos son un riesgo que va incluido en la profesión y pese al tiempo transcurrido, al compañero agredido, a día de la fecha, nadie le ha ofrecido asistencia psicológica.
A FAC-USO son estas cosas las que más nos preocupan, y no solo los datos estadísticos y publicitar el éxito de la negociación y/o firma de tal o cual Protocolo de Agresiones.
Y como para nosotros lo importante es el compañero agredido, y no queremos quedarnos viendo los toros desde la barrera, FAC-USO se ha personado como acusación popular en el procedimiento judicial…
Los demás -Administración incluida- que hagan lo que consideren conveniente y que se sienten a negociar los Protocolos que quieran y a confeccionar las Estadísticas que les apetezca, que seguro que con eso, y con un bote de árnica, se resolverá el problema de las Agresiones a los Empleados Públicos.
