En pocos días nos hemos encontrado con dos sentencias del Tribunal Europeo más que interesantes y da un duro golpe a la legislación laboral española.
Una de las sentencias hace referencia al encadenamiento de contratos en el ámbito de la Sanidad, practica consentida por los Tribunales españoles, y que, por desgracia, empieza a ocurrir en otros ámbitos.
La otra sentencia obliga a indemnizar los contratos temporales igual que a los fijos.
Dos sentencias positivas para los trabajadores, que rectifican las normas abusivas y restrictivas en materia laboral.
Desde USO, nos alegramos que, desde la Unión Europea, siendo Europeístas como somos, se pongan las cosas en su sitio.
Esto supone un ligero respiro para los trabajadores, que, en muchos casos, acumulan contratos en precario y con salarios bajo mínimos, por no decir, míseros. Este es otro punto en la que una vez más, España, se encuentra en la cola de los países más avanzados. Países con los que muchos políticos nos comparan, en lo general, pero que nunca copian la parte positiva. Y es que el tema salarial, es uno de los grandes olvidados de los políticos españoles.
Estamos en una España sin Gobierno, con dos elecciones fallidas, abocados a unas terceras elecciones, pero no hemos oído a nadie, hablar sobre salarios dignos, solo hacen política de partido, pero sin entrar en uno de los temas más graves para las economías domésticas, como son los ingresos salariales.
El próximo día 7 de octubre, es la Jornada de Acción Mundial por el Trabajo Digno, que convoca la Confederación Sindical Internacional (CSI), y España es uno de los países con salarios vergonzantes, y desde luego alejados a lo que suponen realmente, un salario digno.
Hay decenas de miles de trabajadores por debajo de los 700 €, cosa inaudita hasta hace pocos años, lo que supone un retroceso importante en lo que consideramos un trabajo decente, con un salario decente. Incluso se paga por debajo del SMI, trampeando en las jornadas de trabajo, partiéndolas e impidiendo la búsqueda de otros trabajos.
Esto está suponiendo un problema grave, no solo familiar, también económico, ya que numerosos colectivos de trabajadores, entre ellos los empleados públicos, tampoco pueden llegar a fin de mes, colaborar a la subsistencia de otros familiares en paro o pagar sus deudas (hipotecas, prestamos, etc.).
¿Pero que es un trabajo con un salario digno, decente, o adecuado? Esto es lo que la OIT considera un trabajo decente:
- Oportunidades de conseguir un trabajo que sea productivo
- Ingresos dignos, derivados del trabajo. (Salarios cada vez más bajos)
- Seguridad en el lugar de trabajo. (Este es el único punto, con alguna salvedad, en que el Sector Público, pone cierto interés).
- Protección social para las familias (Prestaciones cada vez menores, mas complicadas de solicitar, o simplemente eliminadas).
- Mejores perspectivas de desarrollo personal e integración a la sociedad. (El desarrollo personal e integración, con tasas de paro tan elevadas en España, suena a día de hoy a chiste).
- Libertad para que la gente exprese sus opiniones, organización y participación en las decisiones que afectan sus vidas. (La verdad es que produce cierto vértigo, pensar a qué partido debe votar uno, todos se han comportado de la misma forma, cuando han tocado moqueta).
- igualdad de oportunidad y trato para todas las mujeres y hombres. (La administración suele hacerlo, ya que el acceso a las Administraciones se realiza bajo los parámetros de igualdad, mérito, capacidad y publicidad, curiosamente donde no hay esa igualdad, es en los puestos de libre designación, donde eligen los políticos).
Esto es lo que dice la Organización Internacional del Trabajo, y otra cosa, es lo que los políticos y empresarios deciden en materia salarial.
Nos gustaría que la Unión Europea, aprobase un salario mínimo europeo, acorde con las necesidades y parámetros de la OIT. Ese si sería un varapalo, para muchos de los “trileros” económicos, que siempre hablan del derrumbe económico cuando se plantean subidas salariales.
Esto es lo lamentable, nuestros políticos empeñados en pelearse, querer gastarse más dinero en elecciones, o en salarios de parlamentarios inactivos (llevan un año en sus escaños y solo han asistido a sesiones de investidura fallidas), y por supuesto, los partidos políticos, TODOS, cobrando sus subvenciones. Creo que sería justo que los politicos dieran un paso, y por eso me sumo a las muchas peticiones que se pueden leer por las redes sociales, para que todos los políticos y sus partidos, devuelvan sus salarios y subvenciones de este último año, y ese dinero se invierta en fines sociales.
Un salario digno, es lo contrario a la “esclavitud”, y beneficia a la democracia y a la recuperación del Estado del bienestar, algo que era intrínseco de esa Europa que todos deseamos recuperar.
Ver-Algunos datos de la OIT, sobre diferencias salariales: