En torno a 70 mujeres en representación de 22 países de la región de Asia y el Pacífico de la ISP presentarán lo que se ha denominado la «Declaración de Fukuoka» durante la APRECON en Japón. El documento, con el lema “Los sindicatos se sitúan en el centro del empoderamiento económico de las mujeres en el cambiante mundo del trabajo”, servirá como hoja de ruta hacia UNCSW61.
¡Los sindicatos se sitúan en el centro del empoderamiento económico de las mujeres en el cambiante mundo del trabajo! ¡Salarios decentes, servicios públicos e igualdad de derechos para las mujeres YA! La Internacional de Servicios Públicos (ISP), anticipándose a la UNCSW61, lanza una campaña a favor del empoderamiento económico de las mujeres durante la APRECON en Japón.
La ISP y otros sindicatos participan cada año en la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer de las Naciones Unidas (UNCSW). La UNCSW brinda una oportunidad única para formar coaliciones con otras organizaciones progresistas y para influir en las políticas mundiales sobre igualdad de género. La UNCSW juega un papel decisivo en promover los derechos de las mujeres, documentar la realidad de la vida de las mujeres en todo el mundo y formular las normas internacionales en materia de igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres.
En 2017, el tema principal de UNCSW61 será el empoderamiento económico de las mujeres en el cambiante mundo del trabajo. Será una plataforma importante para que el movimiento sindical plantee sus exigencias y sitúe los derechos laborales de la mujer en el centro del debate. Las actividades de la campaña destinadas a influir en el resultado de UNCSW61 se pondrán en marcha el 9 de octubre y se prolongarán hasta marzo de 2017.
El papel de los sindicatos en la defensa de los derechos de las mujeres en el lugar de trabajo y en la sociedad es ahora más claro que nunca. La ISP y sus aliados seguirán trabajando de forma activa hacia su objetivo de alcanzar la igualdad y la justicia social.
Estas son las cuestiones principales que abordará la “Declaración de Fukuoka”:
- La desigualdad entre países y dentro de cada país ha aumentado considerablemente en los últimos veinte años, mientras que la parte del PIB correspondiente a los salarios ha disminuido en más del 70 % de los países. El cambiante mundo del trabajo implica unas relaciones laborales más precarias y más informales. Esto afecta a todo el mundo, pero principalmente a las personas pobres y, en especial, a las mujeres y a los grupos vulnerables;
- Debido a la austeridad y a los programas de ajuste estructural, los servicios públicos de todo el mundo se están racionalizando, digitalizando y comercializando en nombre de la eficacia y de una nueva gestión pública. Esto tiene una repercusión negativa en la accesibilidad y la disponibilidad de los servicios públicos para la población, y empeora las condiciones de trabajo de los trabajadores del servicio público. En la mayoría de los países, el empleo público refleja profundamente una segregación horizontal y vertical basada en el género. La mayoría de las mujeres, incluidas las trabajadoras jóvenes, siguen en la parte inferior de la pirámide laboral;
- La división sexual del trabajo aísla a las mujeres, pone una carga sobre ellas y las relega a la esfera reproductiva. Las mujeres terminan realizando más trabajo no remunerado de cuidado, mientras que las profesiones fundamentalmente femeninas sufren una mayor marginalización. Perpetúa la discriminación, la infravaloración social del trabajo y el papel secundario esperado de la mujer;
- La segregación y la discriminación en el empleo público también poseen fundamentos raciales y étnicos, y se aplican igualmente a los trabajadores LGBTI y los trabajadores con discapacidad;
- La ISP y los sindicatos mundiales aumentarán la presión sobre ONU Mujeres mediante la consolidación de alianzas con movimientos sociales de mujeres que están haciendo campaña en contra de la privatización y el poder corporativo a escala mundial y a favor del acceso universal a servicios públicos de calidad y con perspectiva de género, al tiempo que cuestionan la promoción de las asociaciones público-privadas como un instrumento de inversión en los servicios públicos;
- Los cuatro pilares del programa Trabajo Decente de la OIT —creación de empleo, derechos en el trabajo, protección social y diálogo social— son los cimientos del empoderamiento económico. El ODS 8 se concentra en el trabajo decente y el crecimiento económico, y ha fijado varios objetivos como, por ejemplo, lograr el empleo pleno y productivo y garantizar un trabajo decente para todos los hombres y mujeres, incluidos los jóvenes y las personas con discapacidad, y la igualdad de remuneración por trabajo de igual valor. Debemos proteger los derechos laborales y promover un entorno de trabajo seguro y protegido para todos los trabajadores, incluidos los trabajadores migrantes, en particular las mujeres migrantes y las personas con empleos precarios;
- Poner fin a la violencia de género como manifestación de las relaciones desiguales de poder entre mujeres y hombres es una prioridad de los sindicatos, que actualmente están haciendo campaña a favor de un nuevo Convenio de la OIT que aborde la violencia de género en el mundo del trabajo.