Durante los tres primeros meses de 2017, se han producido un total de 314.846 accidentes de trabajo, un 6,2% más que en el mismo período de 2016. De éstos, el 45% han causado baja y el 55% restante (172.842) han resultado sin baja. De nuevo, son más los accidentes laborales sin baja, al igual que ocurre con las Enfermedades Profesionales.
De los 142.004 accidentes con baja producidos de enero a marzo de 2017, 19.060 ocurrieron in itinere y 122.944 durante la jornada laboral -la mayor parte de ellos (39,2%) provocados por sobreesfuerzo físico-. Durante el período se produjeron 4.336 accidentes de tráfico durante la jornada y 11.612 in itinere.
Un total de 149 trabajadores y trabajadoras han perdido la vida en accidente laboral: 123 en jornada de trabajo y 26, in itinere. Las muertes en el trabajo han aumentado un 8% con respecto al primer trimestre de 2016.
Estos alarmantes datos certifican la tendencia de aumento de la siniestralidad laboral que lleva produciéndose desde 2014, momento en que empieza a recuperarse la creación de empleo, eso sí, con trabajos temporales y precarios, cuando la siniestralidad laboral comienza a aumentar un 7,8% en 2015 y un 21,3% en 2016. Por lo que desde USO volvemos a exigir que no se puede crear empleo a cualquier precio y a costa de las salud de los trabajadores y trabajadoras.
A la vista del incremento de la siniestralidad laboral, desde USO volvemos a exigir mayor implicación de las administraciones públicas,el cumplimiento de la legislación en materia de seguridad y salud en el trabajo, ya que a día de hoy existen empresas que no cumplen con las obligaciones preventivas más básicas como realizar la evaluación de riesgos. Las empresas sindicalizadas son la que presentan menor siniestralidad, debemos seguir potenciando la figura del delegado de prevención. También exigimos que se doten de recursos humanos y económicos a los Institutos de Prevención y a Inspección de Trabajo para que puedan llevar a cabo su labor de asesoramiento, formación, vigilancia y requerimiento.
