Aunque no alteró la jornada de los funcionarios judiciales, la lluvia de esta semana afectó a uno de los juzgados civiles y a la planta del Mercantil. El sindicato SPJ-USO denuncia las condiciones del edificio.
La intensa lluvia de la madrugada del miércoles caló algunos techos de los juzgados de la Caleta, aunque las incidencias fueron mínimas, según la Junta de Andalucía, que aseguró que los servicios de mantenimiento del edificio actuaron de inmediato y la jornada laboral se desarrolló «con normalidad».
Fue a primera hora de la mañana cuando los funcionarios de Justicia dieron la voz de alarma ante la existencia de goteras y el peligro de que el agua afectara a los dispositivos electrónicos del juzgado civil. Rápidamente se colocaron cartones y papeleras a modo de cubos. Además, se avisó a la limpiadora de guardia para que se secara el agua encharcada.
El olor a humedad en el pasillo donde está el Mercantil no pasaba desapercibido al justiciable ni a los operadores jurídicos. «Ha habido compañeros que se han tenido que mover de un sitio a otro, porque claro, estamos cerca de elementos electrónicos y el agua y la electricidad son incompatibles», señaló Gema Benítez, que es delegada del sindicato SPJ-USO, mayoritario en Justicia.
Tanto Benítez como sus compañeros Eloy Maza y Antonio García confirmaron que «no se trataba de una simple gotita», sino que mientras llovía era un hilo constante. «Había charcos en el suelo», aseguraron, tras recordar que el suelo es de madera y absorbe la humedad.
Como hasta ahora no había llovido de este modo no se habían registrado incidencias con anterioridad. Sí se habían detectado goteras en inviernos anteriores en las oficinas de la fiscalía que hay en la quinta planta, pero se arreglaron. «El problema que se puede avecinar es que, como todos deseamos que siga lloviendo, porque es necesario, esto se agrave, y que lo que se supone que es nuevo se deteriore y hayamos invertido en unas infraestructuras donde se produce un parcheado constante de la Administración», agregó Antonio García, al tiempo que recordó que hace un año aproximadamente se puso «tela asfáltica» en las cubiertas precisamente para evitar episodios como el vivido esta semana. «Estamos en un edificio que no reúne las condiciones dignas ni para los trabajadores ni para los usuarios», concluyó.
Uno de los trabajadores del juzgado civil afectado por la lluvia precisó que el problema había estado «en una falta de aislamiento en la parte superior del edificio» y el agua se había ido filtrando. Él, como otros, llegó a las 7:30 el miércoles al juzgado y ya estaba cayendo agua, «tanto en la planta cuarta como en la quinta». Al trabajo de los funcionarios no afectó en general. Sólo un agente, según corroboró, se tuvo que desplazar al puesto de una compañera que está de baja.
Fuente: El Ideal