¿Cómo evitar sus riesgos?
En FAC-USO, nuestra misión es proteger la seguridad y salud de los trabajadores y trabajadoras en todos los entornos laborales. Uno de los riesgos menos visibles pero potencialmente peligrosos es la exposición al gas radón, un gas radiactivo ionizante de origen natural.
El radón es incoloro, inodoro e insípido, lo que lo convierte en un peligro silencioso, especialmente en lugares cerrados como sótanos y espacios subterráneos. Aunque al aire libre se diluye sin riesgos, su concentración en espacios cerrados aumenta significativamente, lo que lo convierte en una amenaza para la salud, siendo la segunda causa principal de cáncer de pulmón después del tabaco. De hecho, un 7% de los casos de cáncer de pulmón están relacionados con la inhalación de radón.
¿Dónde puede acumularse el gas radón?
- Lugares de trabajo subterráneos como túneles, minas y bodegas.
- Plantas bajas o sótanos en áreas con suelos graníticos o basálticos.
- Espacios donde se manejan aguas subterráneas, como balnearios.
En FAC-USO, consideramos crucial tomar medidas preventivas en estos espacios. Según el Real Decreto 1029/2022, las empresas están obligadas a medir la concentración anual promedio de radón en los lugares de trabajo y tomar las acciones necesarias si se detectan niveles peligrosos. Esta normativa es un avance importante para proteger la salud de los empleados.
Nuestro compromiso como FAC-USO Es fundamental que, como delegados y delegadas de FAC-USO, estemos vigilantes y exijamos las mediciones pertinentes en aquellos lugares donde exista riesgo. Solo así podemos asegurar que se tomen las medidas adecuadas para prevenir cualquier exposición peligrosa al radón y proteger la salud de los empleados y empleadas públicas.
Recuerda, el Consejo de Seguridad Nuclear es la entidad responsable de garantizar el cumplimiento de estas normativas y trabajará de la mano con la Inspección de Trabajo para asegurar un entorno laboral seguro para todos.
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