En el Aeropuerto de Gran Canaria, los trabajadores llevan más de cinco años esperando la renovación del mobiliario en las áreas destinadas a su descanso. Sin embargo, lo que debería haber sido una mejora de las condiciones laborales se ha convertido en una situación insólita e indignante.
En lugar de instalar sillones adecuados y homologados para garantizar un descanso digno y saludable durante los turnos, se han colocado elementos impropios, más cercanos a mobiliario hospitalario en desuso que a un espacio pensado para la recuperación del personal.
Los nuevos “sillones” incluyen ruedas, frenos, colgadores de sondas e incluso soportes para vías intravenosas, lo que evidencia la falta de criterio y sensibilidad hacia la plantilla.
Lejos de ser una solución, esta medida atenta contra la dignidad y el bienestar de los trabajadores, que merecen unas condiciones de descanso acordes con la importancia de su labor en un servicio público esencial como es el aeroportuario.
No en vano, entre la plantilla ya se ha bautizado este mobiliario como “el sillón del eterno descanso”, reflejo del malestar generado y de la paciencia forzada tras años de espera.
Desde FAC-USO reclamamos de manera urgente a la División de Servicios Aeroportuarios:
- La sustitución inmediata del mobiliario actual por sillones adecuados y certificados para el descanso laboral.
- La revisión de los espacios de descanso, asegurando que cumplan con las condiciones ergonómicas y de salud laboral exigidas por la normativa.
- Un compromiso real y transparente de la dirección con la mejora de las infraestructuras de apoyo al personal.
Los trabajadores del Aeropuerto de Gran Canaria no pueden seguir soportando esta situación.
La falta de respeto hacia su salud y dignidad repercute también en la calidad del servicio público aeroportuario que se presta a la ciudadanía. Es momento de pasar de la improvisación a las soluciones reales.