El personal de la Organización Internacional del Trabajo está haciendo hoy huelga en lo que constituye el último de una serie de paros laborales organizados por los empleados de las Naciones Unidas en protesta por la imposición unilateral de unos recortes salariales considerables por parte de la Comisión de Administración Pública Internacional (CAPI), encargada de establecer las condiciones de servicio de los empleados en el sistema de la ONU.
La CAPI ordenó que se aplicaran los recortes salariales sin que se hubiera mantenido ninguna consulta con los sindicatos del personal, y basó dichos recortes en unas estimaciones profundamente erróneas del coste de la vida.
El personal se ha sentido contrariado por las declaraciones que algunos de los funcionarios de la ONU han realizado estos últimos días, según las cuales el personal no tiene derecho a hacer huelga. Esto ha suscitado una reacción por parte de la Sede de la ONU en Nueva York, que ha confirmado que “el derecho de huelga forma parte del Derecho internacional consuetudinario”. Los dirigentes de la OIT han declarado igualmente que ellos respetarán siempre el derecho de su personal a llevar a cabo una huelga.
El Consejo de Administración de la OIT, compuesto por representantes de los gobiernos, los empleadores y los sindicatos, y a presente reunido en Ginebra, ha reconocido que, a pesar de la oposición de los trabajadores a los recortes salariales impuestos por la CAPI y de los errores de metodología constatados, la OIT es no obstante parte del sistema de la ONU. El Consejo de Administración no puede impedir la aplicación de los recortes salariales de la CAPI, pero ha solicitado una reforma de la metodología, con la plena participación de los sindicatos que representan a los trabajadores y trabajadoras de la ONU y con el respeto de los principios básicos del diálogo social.
Sharan Burrow, Secretaria General de la CSI, ha expresado: “La imposición unilateral de recortes salariales al personal, sin que se mantenga ninguna consulta o negociación con los sindicatos que les representan, constituye una violación flagrante del Convenio 98 de la OIT sobre el derecho de negociación colectiva. La ONU está contraviniendo sus propias normas a instancias de algunos gobiernos que quieren socavar el multilateralismo y a quienes parece satisfacer el debilitar a las Naciones Unidas. Cuando el órgano internacional que supuestamente tiene que defender el Estado de derecho vulnera él mismo la ley, está dañando globalmente el Estado de derecho. No cabe duda de que la CAPI necesita una reforma urgente y exhaustiva, y nos solidarizamos con los trabajadores y trabajadoras de las Naciones Unidas en su búsqueda de justicia”.
Catelene Passchier, Presidenta del Grupo de los Trabajadores del Consejo de Administración de la OIT, ha declarado que “los representantes de los trabajadores de la OIT apoyan totalmente el derecho del personal de la OIT a hacer huelga en el marco de esta desavenencia internacional, y esperamos que los representantes de los empleadores apoyen también sin ambigüedades este derecho fundamental a escala nacional e internacional”.