Sindicatos y empresas han pedido al G20 que se regulen las nuevas formas de trabajo, en una declaración conjunta, con un mensaje común sobre competencias y protección social para un crecimiento inclusivo.
El L20 y el B20 presentaron la declaración a los Ministros de Trabajo y Empleo del G20, reunidos en Mendoza, Argentina. La presentación tendría lugar luego de una reunión de diálogo entre Sharan Burrow, Secretaria General de la CSI y Gerardo Alberto Martínez, Secretario de Relaciones Internacionales de la CGT Argentina, en representación del grupo Laboral 20 (L20) y los Ministros de Trabajo y Empleo del G20.
La declaración insta a los Gobiernos a “adoptar estrategias sólidas para un crecimiento inclusivo como medio para el fortalecimiento del progreso social y económico y de la paz social. El G20 puede ser un importante impulsor de políticas que promuevan más y mejores trabajos que respeten derechos laborales fundamentales, que se ajusten a estándares de trabajo decente y que incluyan a grupos vulnerables”.
“Nuestro mundo está cada vez más fracturado en la actualidad, y con la crisis del clima y los rápidos cambios en tecnología, los actores de la economía real quieren políticas que reconcilien las reivindicaciones económicas, sociales y medioambientales. Es necesario incrementar considerablemente la inversión en empleos en infraestructura y cuidados, así como en educación y aprendizaje permanente. Los Gobiernos han de asegurarse de que todas las formas de empleo, incluyendo las provenientes de empresas que recurren a plataformas digitales, respeten plenamente los derechos laborales”, afirmó Burrow.
“La declaración conjunta L20-B20 refleja un compromiso compartido de mantener el diálogo social como principio fundamental en el proceso del G20. Este año, identificamos conjuntamente el empleo de calidad, unos sistemas de capacitación robustos y el acceso a la protección social como elementos fundamentales que el G20 debería abordar”, indicó Pierre Habbard, Secretario General de la Comisión Sindical Consultiva ante la OCDE (TUAC).
“Es importante que se hagan efectivos los compromisos asumidos en el ámbito del G20 respecto a la participación de la renta del trabajo, los principios que rigen la política de salarios justos, los derechos de los trabajadores y trabajadoras a lo largo de las cadenas mundiales de suministro, la participación de mujeres y hombres en pie de igualdad respecto al empleo y los salarios, la inclusión de los jóvenes, la salud y seguridad en el trabajo y el desarrollo de competencias”, declaró Martínez.
La declaración conjunta de sindicatos y empresas ha sido crucial para demostrar a los Gobiernos del G20 la urgente necesidad de hacer frente a la crisis mundial del empleo. Establece la necesidad de desarrollar políticas públicas que garanticen la cohesión social, con diálogo social, inclusión y protección social, así como políticas para la inversión en educación y el aprendizaje continuo.
La declaración conjunta indica cómo está cambiando la manera en que la gente trabaja: “Las nuevas formas de empleo y de organización del trabajo están volviéndose cada vez más ágiles y diversificadas, pero corren el riesgo de quedar fuera del marco de protección de los derechos laborales. Aunque el ritmo acelerado del progreso tecnológico ofrece un caudal de oportunidades, es necesario adaptarse mejor al futuro del trabajo. Deben adaptarse los regímenes del mercado laboral para regular estas nuevas formas de trabajo”.
La declaración de 2018 se apoya en la declaración conjunta del L20-B20 preparada el año pasado con ocasión de la Presidencia alemana del G20.
Diez años después del establecimiento del G20 en su forma actual, el B20 y el L20 resaltan la importancia de contar con un sistema multilateral basado en reglas y en la cooperación internacional.