La ISP acoge con satisfacción el Informe Especial sobre el calentamiento global del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) de las Naciones Unidas, publicado el 8 de octubre de 2018.
Como ya sospechábamos, el informe revela que:
- El caos climático ya está aquí, antes y más intenso de lo esperado, como se observa en la frecuencia e intensidad de los ciclones y huracanes; los extremos de calor y frío; los incendios forestales desde el Ártico hasta el ecuador; el aumento de la temperatura de los océanos y la acidificación; el derretimiento de los casquetes polares, y mucho más.
- No podemos aceptar un aumento de 2°C; debemos limitarnos a un aumento de 1,5°C —ya que las consecuencias de estos 0,5°C de diferencia son mucho peores de lo estimado originalmente—.
- Es necesario que se produzcan, ya, cambios profundos para evitar el caos climático incontrolable.
- Los Gobiernos deben recurrir a una serie de herramientas para forzar/provocar una acción sin precedentes.
Rosa Pavanelli, Secretaria General de la ISP, afirma:
«Los compromisos que los Gobiernos asumieron en el marco del Acuerdo de París sobre el clima harán que el planeta se caliente 3°C más, un nivel insostenible. El último informe del IPCC subraya la necesidad de actuar con determinación y urgencia. El movimiento sindical debe formar parte de la solución, para ello será necesario proceder a una profunda reflexión por parte de dirigentes y activistas sindicales».
«Necesitamos un debate honesto sobre nuestro actual modelo de capitalismo. Hay que examinar nuestras adicciones a los combustibles fósiles, al consumo y al crecimiento interminable. La fuerza laboral necesita una verdadera «transición justa» para los afectados por el abandono de los combustibles fósiles. Pero necesitamos mucho más. Necesitamos un nuevo modelo de sociedad, que dé prioridad a las personas y al planeta sobre el lucro».
El caos climático requerirá mayores esfuerzos de adaptación, para crear «sociedades resilientes». El lugar donde tiene que comenzar esto es en nuestras ciudades. Los alcaldes y los Ayuntamientos están tomando conciencia y tomando medidas. Los trabajadores y las trabajadoras municipales deben participar, junto con los habitantes, en el diseño de medidas de adaptación local.
El caos climático provocará más migración climática, ya que las personas se verán obligadas a abandonar sus hogares y sus tierras. Los Gobiernos deben anticiparse a estos movimientos de personas e invertir en la adaptación a través de infraestructuras y servicios públicos, por ejemplo para disuadir a las personas de que se desplacen, o preparándolas para recibir a las víctimas del caos climático, de manera que se garantice su dignidad, en el respeto de sus derechos humanos.
Más caos climático implica inevitablemente más emergencias y desastres. La ISP representa a la mayoría de los trabajadores y las trabajadoras de emergencias. Estos profesionales se encuentran bajo niveles de estrés cada vez mayores, ya que se les pide que se enfrenten a eventos climáticos más intensos y más frecuentes. Lo mismo se puede decir de los servicios de primeros auxilios y de toda a una serie de servicios públicos: trabajadores municipales; servicios de agua, energía y transporte; trabajadores sanitarios y de servicios sociales.
Annie Geron, Vicepresidenta de la ISP de Filipinas, afirma: «El personal de emergencia merece todo el apoyo y respeto que podamos ofrecerles . Son personas que se ven obligadas a dejar a sus familias para desplazarse a las zonas más peligrosas donde trabajaran para proteger y salvar a otras personas. El inevitable caos climático exigirá más de nuestros servicios de emergencia, que cobrarán más importancia aún para proteger a nuestras comunidades».
«Animo a todos los sindicatos a que lean las Directrices de la OIT sobre Servicios Públicos de Emergencia y las directrices de respuesta en caso de emergencia de la ISP. Estos dos documentos son el resultado de años de trabajo sindical y proporcionan las bases para las estrategias sindicales en los servicios de emergencia».
