El secretario general de la USO, Joaquín Pérez, ha intervenido en el 4º Congreso de la CSI, que se celebra hasta el 7 de diciembre en Copenhague, defendiendo la necesidad de una globalización justa “de dimensión social, que ponga la dignidad del trabajo y de la persona en el centro de las políticas, con absoluto respeto a los derechos humanos, al desarrollo sostenible y al medio ambiente, con responsabilidad democrática, con protección social e igualdad de género y con reglas internacionales con mecanismos coercitivos y de control para que las empresas apliquen su responsabilidad social y su respeto a la legislación nacional e internacional”. Durante su discurso ha hecho referencia a dos de las batallas sindicales que se están librando desde la USO como es el caso de los tcp de Ryanair, a los que se les aplica una legislación distinta a la española, y los trabajadores de Alcoa, a los que se les ha anunciado el cierre inmediato de sus plantas en Asturias y Galicia.
Por ello, la USO apoya un tratado vinculante sobre Empresas y Derechos Humanos en el marco de las Naciones Unidas que sea exigente con la diligencia debida, la determinación de responsabilidades y el reconocimiento de los derechos de reparación.
Durante su discurso, Pérez ha insistido en que la internacionalización de la economía, de las finanzas, del comercio, de las tecnologías de la información y de las relaciones políticas, sociales y culturales, han ido configurando la actual globalización. “Una globalización que, tutelada en lo económico bajo un modelo neoliberal, ha promovido un total desorden, con reglas insolidarias que han propiciado más pobreza y mayor desigualdad, que ha condenado a millones de personas al desempleo y a la miseria, que ha fracasado en la protección del medio ambiente y ha proporcionado a las empresas multinacionales nuevas oportunidades para debilitar la legislación social y laboral nacional e internacional”, explicó Pérez.
Pérez ha respaldado el proyecto de Declaración del 4º Congreso la CSI, considerando que “tenemos delante una propuesta para cambiar las reglas que implica la lucha por la paz y por el desarme, la erradicación del hambre y la pobreza, la superación del trabajo y la explotación infantil, la globalización del trabajo decente, la defensa de los derechos humanos y socio-laborales, el compromiso con la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, y la acción de nuestro movimiento sindical para garantizar a todos los seres humanos de bienes básicos como la alimentación, el agua potable, la salud o la educación. Igualmente, con este texto defendemos también la lucha contra el racismo y todas las formas de discriminación y exclusión, muy especialmente las que se producen contra las mujeres, contra las personas de condición LGTBI y contra los refugiados y migrantes”.
Para la USO, el sindicalismo que representa la CSI, además de tener un carácter unitario y pluralista, “debe reforzar su metodología garantizando siempre un carácter profundamente democrático en la organización interna y en el planteamiento de la acción. Los procesos de discusión interna y de toma de decisiones han de realizarse concediendo la máxima participación de las organizaciones afiliadas y respetando siempre nuestro marco normativo”, recalcó Pérez.
La USO ha contribuido al diseño y a la construcción de la casa común que es la CSI, a partir del esfuerzo concreto y cotidiano, con el aporte de nuestra identidad, historia, principios, valores y experiencia, como componentes de un pluralismo sindical y social que enriquece el pensamiento y la acción de conjunto al servicio de la clase trabajadora. Por ello, desde USO nos comprometemos a seguir haciendo ese mismo fuerzo en el futuro.