El 16 de enero de 2019 estaba prevista la realización del segundo ejercicio para la provisión de 10 plazas de bombero interino del Servicio de Extinción de incendios y Salvamento de la Diputación de Soria.
USO lamenta que el Presidente Luis Rey traslade a la Diputación desde el Ayuntamiento de Soria la chapuza deliberada, generalizada y sistematizada en materia de personal, que ha provocado, tras eliminar a un 90% de los aspirantes en el primer ejercicio, a la avalancha de recursos de aspirantes que denuncian la vulneración de los principios de igualdad y capacidad, la inclusión de un elevado número de preguntas fuera de temario y la constancia de preguntas erróneas hasta en las previstas como reserva. El sindicato considera chapucero desde su propio planteamiento este proceso selectivo.
El contenido de los recursos, con referencias folclóricas consideradas por muchos fuera de temario, recuerda la polémica que acompañó las pasadas oposiciones al Cuerpo de Bomberos de Palencia, que tuvo un amplio eco nacional y que causó una gran indignación en el entorno nacional de los opositores y opositoras a Bomber@s.
La prolongación del procedimiento selectivo, como es costumbre dentro del desarrollo de las deficientes ofertas de empleo dependientes de los órganos de gobierno con presencia de Luis Rey, ha llevado aparejada, una vez más, la renovación por un trimestre del Acuerdo institucional para la prevención y extinción de incendios y salvamento en el ámbito provincial de Soria, confirmando la continuada imprevisión política para resolver, desde su propia asunción de competencias, la grave carencia de seguridad que supone para la provincia de Soria el precario Servicio que se presta a fecha de hoy, con escasísimos profesionales y el concurso generalizado de personal voluntario, de variado compromiso con el Servicio de Bomberos provincial.
Mientras tanto, Luis Rey sigue sin responder al recurso de USO a la convocatoria de plazas de interinos, convocatoria que vulnera el fondo, la forma, la propia legalidad administrativa y la justificación de recurrir a interinajes para dotar provisionalmente un servicio que es competencia exclusiva de la Diputación Provincial, de acuerdo a la Ley de Bases, desde 1985.
La fórmula de «precariado» en el Servicio de Bomberos Provincial ha sido denunciado además de por la USO por las asociación profesionales de Bomberos CUBP y PBPCyL ,que han llegado a considerar el modelo de Soria como el peor de los existentes en el ámbito estatal, recordando que los bomberos de refuerzo han estado prestando servicio 4380 horas al año, pese a tener contratos de media jornada. Todo ello amparado por instituciones presuntamente gobernadas por mandatarios autodenominados «socialistas».
USO reclama las modificaciones oportunas para que estas plazas tengan la condición de funcionarios de carrera, recordando que el proceso selectivo es homogable a un proceso selectivo convencional, si bien en el caso de la Diputación de Soria, sólo garantiza una interinidad y la concreción de una bolsa, con la que USO sospecha, se pretenda dar futuro trato de favor a determinados aspirantes relacionados con el voluntariado provincial.
A esta defensa del funcionariado de carrera, USO invita a que se sume la nueva Junta de Personal de la Diputación, a la que advierte de las malas artes y de las políticas de liquidación del funcionariado que ejerce en el Ayuntamiento de Soria el equipo de gobierno del que forma parte el Presidente de la Diputación de Soria.
De igual manera el sindicato reclama que en todos los procesos selectivos de las instituciones provinciales tengan voz y voto los miembros del tribunal propuestos por las Juntas de Personal y los Comités de Empresa, que en Soria y bajo los mandatos de gobiernos socialistas han quedado reducidos a la mera presencia como observadores, de lo que se derivan en buena parte los errores que deberá subsanar el tribunal calificador de unas pruebas selectivas, que a la vista de la primera criba, se ha convertido en una máquina de aniquilar a casi dos centenares de opositores, algo que se produce en el primer escapa a toda lógica y ponderación y que se debe rectificar en pro de hacer efectivos los principios de igualdad, mérito y capacidad que deben amparar toda convocatoria de empleo público.