Para conmemorar el Día mundial de la justicia social, el Director General de la OIT, Guy Ryder, emite un comunicado en el que asegura que el trabajo decente es clave para lograr el desarrollo sostenible y la justicia social que, en sí misma, es la base de la paz duradera.
El mensaje que nos hace llegar hoy las Naciones Unidas es: “si quieres paz y desarrollo, trabaja por la justicia social”. La misión fundadora de la OIT se basa en ese precepto: en los cimientos de su primera sede figura la inscripción “si vis pacem, cole justitiam” – “si deseas la paz, siembra la justicia”. Durante los últimos cien años la OIT ha venido cumpliendo su mandato de promover la justicia social a través del mundo del trabajo.
La tecnología ha creado empleos, brindado nuevas oportunidades y reducido las tareas penosas, pero miles de millones de personas siguen luchando por sobrevivir en la economía informal.»
Sin duda, ha habido importantes progresos económicos y sociales, pero a menudo sus frutos no se reparten de manera equitativa. Muchas personas han logrado salir de la pobreza pero muchas de ellas corren el peligro de recaer en esa situación. La tecnología ha creado empleos, brindado nuevas oportunidades y reducido las tareas penosas, pero miles de millones de personas siguen luchando por sobrevivir en la economía informal. Muchas sociedades sufren profundas fragmentaciones sociales y económicas y hay poblaciones devastadas por la guerra y los conflictos. Además, en un mundo del trabajo en constante transformación, se están cuestionando las relaciones, normas y principios establecidos y todavía han de hacerse plenamente efectivos los principios fundamentales en el trabajo.
Es tan cierto hoy como lo fue en 1919 que la paz duradera y la estabilidad deben basarse en el desarrollo sostenible y la justicia social. El trabajo libremente elegido, realizado en condiciones de equidad, seguridad y dignidad, es decir, el trabajo decente, será fundamental. Está en nuestras manos apostar por un futuro más prometedor para las mujeres y los hombres, sus familias, comunidades y sociedades.
“La OIT seguirá defendiendo los derechos y normas que sustentan el trabajo decente, las políticas que fomentan el trabajo decente y las condiciones que permiten a las empresas crear trabajo decente.»
La OIT seguirá defendiendo los derechos y normas que sustentan el trabajo decente, las políticas que fomentan el trabajo decente y las condiciones que permiten a las empresas crear trabajo decente. Seguirá promoviendo el diálogo social que puede propiciar una visión compartida de un futuro común, incluida una transición justa hacia la sostenibilidad ambiental.
Seguiremos trabajando por la justicia social, y por el trabajo decente como instrumento de la paz duradera.
