El día 2 de abril de 2019 nos despertamos con el nombramiento en el BOE de los funcionarios de nuevo ingreso del Cuerpo General Administrativo de la Administración General del Estado de la convocatoria del año 2017. Lo mismo ocurría el día 19 de marzo para los del Cuerpo General Auxiliar. Mientras que los ya funcionarios que participaron en las mismas convocatorias del año 2017, pero eso si, por PROMOCIÓN INTERNA, a día de hoy, aún están esperando a que Función Pública les oferte sus plazas.
Nos podemos imaginar la cara de los 2100 empleadas y empleados públicos que después de pasar por un duro proceso selectivo han tenido que ver como 1200 plazas, que podrían haber sido ofertadas para ellos, ya las han cubierto con el personal de nuevo ingreso. Plazas como por ejemplo, niveles 16 de la Agencia Tributaria, ansiadas y golosas plazas de Seguridad Social o plazas con complementos específicos de más de 7.400 euros.
“Los funcionarios que accedan a otros Cuerpos y Escalas por el turno de promoción interna tendrán, EN TODO CASO, PREFERENCIA para cubrir los puestos vacantes de la respectiva convocatoria sobre los aspirantes que no procedan de este turno”. Esto es lo que dice el artículo 78. 1 del Real Decreto 364/1995, de 10 de marzo, por el que se aprueba el Reglamento General de Ingreso del Personal al servicio de la Administración General del Estado y de Provisión de Puestos de Trabajo y Promoción Profesional de los Funcionarios Civiles de la Administración General del Estado.
Desde USO somos muy conscientes del enorme esfuerzo que supone realizar una promoción interna, tanto a nivel familiar, personal como profesional, para que se vean mermadas las expectativas e ilusiones gracias a la nefasta gestión de la Dirección General de la Función Pública al cometer esta irresponsabilidad. No obstante, al margen de saltarse a la torera el artículo anterior, además genera una situación injusta, al dotarles de menor antigüedad en el cuerpo frente al personal de nuevo ingreso. Lo que proporciona una situación de desventaja para futuros concursos, promoción interna, jubilación, etc…
Desde USO sentimos vergüenza de una Administración que no premia ni tiene en cuenta a sus propios trabajadores, vulnera sus derechos e incluso su propia normativa. Vergüenza del comportamiento de los responsables de la Función Pública al ser partícipes de tales irresponsabilidades. Este tipo de barbaridades se cometen con normalidad por la Administración y encima, no ocurre absolutamente nada. Existe una falta total de responsabilidad y de exigencia.
Debemos seguir luchando con fuerza por el respeto hacia los trabajadores por parte de la Administración, y por ende, por unos procesos de promoción interna dignos.
