Los sindicatos convocaron un paro general el 29 de mayo de 2019 contra la imposición de medidas de austeridad en Argentina. El Gobierno de Mauricio Macri ha llevado al país al borde del colapso económico, con pérdida del poder adquisitivo de los salarios por la inflación, desempleo, recesión y un aumento brutal de la pobreza.
El sindicalismo argentino se ha unificado en oposición al Gobierno de Macri. Las tres afiliadas de la CSI en el país –CGT, CTA-T y CTA-A– han declarado su participación en el paro general del 29 de mayo. El movimiento sindical exige el fin de las políticas de ajuste del Gobierno, impuestas a través de un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Según las cifras oficiales, 14 millones de los argentinos viven en la pobreza, el número más alto desde la crisis económica del 2001. Este escenario desolador se ha visto agravado por las medidas de recorte presupuestario exigidas por el FMI, que han golpeado particularmente a los trabajadores y sus familias. Se calcula que, desde el inicio del programa del FMI, la pobreza ha aumentado en cerca del 6,3%.
“Macri fue elegido en 2015 con la promesa de resolver de una vez la inflación, la pobreza y la corrupción. Pero desde que accedió al poder ha hecho todo lo contrario y decidió gobernar para una minoría poderosa”, dijo Sharan Burrow, Secretaria General de la CSI.
“El movimiento sindical internacional apoya a nuestros compañeros y compañeras sindicalistas argentinos exigiendo soluciones que ayuden a la economía real, en lugar de limitarse a seguir los mandatos de los mercados financieros y del FMI”, comentó Burrow.
