Las prisiones privatizadas tienen consecuencias negativas para los trabajadores, las comunidades y los detenidos. Sistemáticamente, dan lugar a un deterioro de las condiciones, una dotación insuficiente de personal, un hacinamiento y a unos perniciosos incentivos: una mayor población carcelaria genera más ganancias.
Varias de estas corporaciones están ahora sacando partido de la detención de migrantes y refugiados, a los que consideran una nueva oportunidad de mercado.
A pesar de estos hechos estremecedores, muchos de nosotros estamos implicados económicamente en esta sombría industria a través de nuestros bancos y de nuestros planes de pensiones, ahorro y seguros.
¡Es hora de dejar de invertir!
Los fondos de pensiones y los bancos de los trabajadores de todo el mundo invierten cientos de millones de dólares en las empresas penitenciarias privadas mediante la posesión directa de acciones corporativas y a través de inversiones en fondos índice y fondos mutuos.
Por otra parte, los sindicatos están en la primera línea en la lucha contra la privatización de las prisiones y otros servicios públicos.
Debemos liderar con el ejemplo asegurándonos de que ya no estamos vinculados económicamente a estas corporaciones.
Esta es la razón por la que la Internacional de Servicios Públicos, en coalición con muchos de sus sindicatos afiliados, está lanzando su Compromiso con la Desinversión en las Prisiones.
Los trabajadores, a través de sus sindicatos, ya han ayudado a retirar millones de ahorros de las corporaciones penitenciarias.
Qué pueden hacer los sindicatos
Los sindicatos del sector público y privado tienen a menudo influencia sobre la gobernanza y las decisiones en materia de inversión de los fondos de pensiones de sus miembros. Estos fondos son algunas de las reservas de capital más grandes del mundo.
Aunque los sindicatos no tengan un pleno control, pueden desempeñar un poderoso papel en la creación de un discurso a favor de la desinversión, el aumento de la presión política y la movilización de sus miembros en torno a este tema.
Para algunos, el sindicato debería ocupar un asiento en la junta directiva del fondo de pensiones, lo que le permitiría llevar a cabo acciones de cabildeo y ejercer presión a nivel interno en favor de la desinversión.
Para otros, podría significar investigar qué bancos nacionales importantes están implicados en la financiación de las prisiones privadas, educar a los miembros sobre este tema y apoyar las campañas existentes que propugnan la desinversión.
Hasta ahora, el movimiento para la Desinversión en las Prisiones se ha limitado principalmente a Estados Unidos. Es por este motivo que la Internacional de Servicios Públicos está coordinando una coalición de sindicatos de todo el mundo que se comprometerá a hacer todo lo que esté a su alcance para garantizar que el dinero de sus miembros se desinvierta de estas compañías.
Como trabajadores y sindicatos, debemos liderar la lucha contra la privatización de las prisiones y el aprovechamiento del dolor, asegurándonos de que no estamos apoyando económicamente esta repugnante industria.
El informe de AFT Prisiones Privadas y Riesgos de Inversión da a conocer las inversiones directas e indirectas que tienen los fondos de pensiones públicos en Core Civic y GEO Group, que cosechan miles de millones cada año encarcelando a las poblaciones minoritarias y explotando el camino de la escuela a la prisión.
Informe de AFT Prisiones Privadas y Riesgos de Inversión
La desinversión en las prisiones: Un movimiento en expansión
2015
New York State United Teachers aprobó una resolución para que se investigaran las inversiones en curso de las pensiones en las prisiones y para que se adoptaran de inmediato medidas destinadas a promover la desinversión en las prisiones.
La Universidad de Columbia se convirtió en la primera universidad del país que desinvirtió su dotación financiera de la industria penitenciaria privada.
2016
La Asociación de Educación de Oregón, que representa a los docentes de preescolar al grado 12, adopta una resolución para impulsar la desinversión por parte del Sistema de Pensiones de los Empleados Públicos (PERS) en las prisiones y sus principales inversores.
Bajo la administración de Obama, el Departamento de Justicia procedió a dejar de usar las prisiones privadas.
2017
El presidente Trump, que recibió millones de dólares de parte de las compañías penitenciarias privadas como contribución a su campaña, revierte los planes destinados a poner fin a la privatización de las prisiones federales.
La ciudad de Seattle desinvierte 3 mil millones de dólares de un importante prestamista de las prisiones y financiador del oleoducto Dakota Access, Wells Fargo.
El sistema de pensiones de la ciudad de Nueva York se convierte en el primero del país en retirar totalmente sus inversiones de las prisiones privadas, deshaciéndose de sus acciones y bonos del Grupo GEO, CoreCivic Inc. (CCA) y G4S valorados en aproximadamente 48 millones de dólares.
En su convención de 2017, AFL-CIO adoptó la Resolución 25 que acuerda que “AFL-CIO, sus afiliadas y las federaciones estatales promuevan leyes, políticas y prácticas locales, estatales y federales que pongan fin a los beneficios lucrativos procedentes de las instalaciones o servicios penitenciarios”.
2018
El Sistema de Pensiones de los Docentes del Estado de California (CalSTRS) votó para desinvertir más de 12 millones de dólares del Grupo GEO y CoreCivic.
La Federación Americana de Docentes finalizó su programa hipotecario de ventajas para sus miembros con Wells Fargo debido al apoyo que brinda a la industria armamentística y publicó la primera parte de un informe de seguimiento que recomienda la desinversión en Wells Fargo por su apoyo a la industria penitenciaria.
2019
JP Morgan Chase se compromete a dejar de financiar la industria penitenciaria.
Wells Fargo anuncia que también romperá sus vínculos con la industria penitenciaria.