La USO ha participado en el Comité Ejecutivo Extraordinario de la Confederación Europea de Sindicatos (CES), celebrado el 20 de septiembre. En el debate ha quedado claro que los dirigentes sindicales deben elaborar nuevas estrategias y, como ha subrayado Javier de Vicente, secretario confederal de Acción Internacional y Desarrollo Sostenible: “reorganizar su trabajo, tanto en los ámbitos nacionales como en los comités especializados y los grupos de trabajo informales de la CES, teniendo en cuenta el nuevo paisaje político e institucional de la Unión Europea”.
De hecho, el establecimiento de las nuevas instituciones europeas es un tema que la CES sigue muy de cerca, con plena consciencia de las dinámicas generadas por los equilibrios políticos distintos producidos por las elecciones europeas del último mes de mayo. La futura Comisión Europea deberá tomar posesión el día 1 de noviembre. La CES ha recordado el lugar central que debe ocupar el Pilar Europeo de Derechos Sociales en esta nueva legislatura, y la necesidad de integrar sistemáticamente la lucha por la justicia fiscal en el conjunto del trabajo del sindicato europeo.
En el ámbito legislativo, es de mayor importancia la iniciativa de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, de realizar una propuesta en sus primeros 100 días de mandato sobre un salario mínimo europeo. Esto ha suscitado un largo debate en la CES. Muchos de los dirigentes sindicales presentes opinan que, a pesar de los aspectos positivos de esta propuesta, es insuficiente si se limita al salario mínimo, puesto que se precisa, antes que nada, reforzar y restablecer los sistemas de negociación colectiva en los países de la Unión Europea para que los interlocutores sociales puedan negociar de forma autónoma – no sólo los salarios sino también las condiciones de trabajo-. De hecho, incluso en los países que solían tener una sólida tradición en este sentido, la negociación y los convenios colectivos han sido considerablemente debilitados en los años transcurridos desde la crisis del 2008. En España, por ejemplo, la tasa de cobertura de los convenios colectivos no alcanza ni a la mitad de los trabajadores. Es un tema fundamental sobre el que la CES se tiene que preparar a responder directamente a la CE cuando formalice esta propuesta legislativa, probablemente antes de febrero.
Por otra parte, un punto relevante de la reunión ha sido la llegada de dos mujeres líderes de la marcha de los Jóvenes por el Clima. Ambas han recordado a los sindicalistas la extrema urgencia de la lucha colectiva contra el cambio climático mediante movilizaciones y medidas ambiciosas que permitan atenuar las consecuencias negativas de las actividades humanas y la salvaguardia del planeta para las generaciones futuras. Han recordado cómo, según el informe de las Naciones Unidas, quedan apenas 10 años antes de que se produzcan cambios irreversibles que trastornarán profundamente la vida en la tierra.
El Comité Ejecutivo de la CES también ha proseguido con su análisis sobre el Brexit, convertido en campo de batalla entre el parlamento británico y el primer ministro Boris Johnson. Al respecto, la confederación de sindicatos británicos (TUC) ha hecho hincapié en la importancia de alcanzar un acuerdo entre el Reino Unido y la UE “porque un Brexit sin acuerdo, como lo quiere imponer Boris Johnson, sería un desastre para los trabajadores”.