La Confederación Sindical Internacional (CSI) insta a los Gobiernos a firmar y ratificar el Tratado sobre la Prohibición de las Armas Nucleares (TPAN), en vísperas de una ceremonia especial para recoger firmas a favor del Tratado, organizada esta semana en la ONU en Nueva York. El tratado fue adoptado por la ONU en julio de 2017, con 122 votos a favor y 1 en contra, y ha de ser ratificado por 50 países para su entrada en vigor. Hasta la fecha, 70 países lo han firmado y 26 han completado el proceso de ratificación.
“El horror de un conflicto nuclear representa una auténtica amenaza en tanto existan armas nucleares, y de momento las tensiones globales entre distintos Estados que poseen armamento nuclear van en aumento. El mundo debería aprender las lecciones de los efectos catastróficos de las bombas en Hiroshima y Nagasaki, y asegurarse de que el armamento nuclear pase a la historia. El TPAN ilegaliza el uso de armas nucleares en base a los principios del derecho humanitario, como es ya el caso para las armas químicas y biológicas y otro tipo de municiones. Pedimos a todos los países que ratifiquen este tratado”, indicó la Secretaria General de la CSI, Sharan Burrow.
En la actualidad, el mundo destina más de 100.000 millones USD al armamento nuclear y hay signos de que al menos algunos de los Estados que poseen armas nucleares están modificando su arsenal.
“El debilitamiento del multilateralismo tiene profundas consecuencias negativas en la lucha contra el calentamiento global, en la economía mundial y en otras áreas donde únicamente unas soluciones conjuntas pueden dar resultado. También está debilitando las medidas de control armamentista y de desarme, con potenciales efectos devastadores. El colapso del Tratado sobre Fuerzas Nucleares de Rango Intermedio presagia una nueva carrera armamentista, mientras que el Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares todavía no ha entrado en vigor –más de 2.000 ensayos nucleares han tenido lugar desde 1945, con consecuencias humanas y medioambientales devastadoras–. Pero pese a la importancia crucial que tienen todos estos tratados, al igual que el Tratado de No Proliferación al que adhieren 191 países, ya es hora de que el mundo deje de desarrollar armas nucleares y que se desmantele el arsenal existente. La alternativa a un desarme nuclear total, multilateral y verificado podría resultar demasiado terrible para siquiera contemplarla. Y constituiría un legado moralmente inaceptable que las generaciones futuras tengan que cargar con las consecuencias”, concluyó Burrow.
Para más información (en inglés):
• Guía de ICAN para promover la firma y ratificación del TPAN