En fecha 13 de mayo se ha publicado en el BOE con una orden ministerial para “flexibilizar las restricciones” impuestas en los centros penitenciarios con motivo de la epidemia del COVID 19.
En la FAC-USO compartimos el malestar que esta orden ha causado en el colectivo de trabajadores y trabajadoras de IIPP, por considerarlo una grave irresponsabilidad (otra más a añadir a la larga lista de despropósitos de este ministro). Es una orden que devuelve “la normalidad” a los centros penitenciarios de este país, sin tener en cuenta las zonas geográficas en las que aún se está en fase 0 de desescalada por no haber cumplido los requisitos exigidos por Sanidad para el pase a la fase 1 (27 condiciones impuestas a las CC.AA para el inicio de la desescalada). Aquí da igual. Se ordena la vuelta a la normalidad y la Comunidad Autónoma en la que se encuentre ubicado el Centro Penitenciario resulta para el ministerio irrelevante.
El ministro “del ramo”, debería saber que las comunicaciones ordinarias se realizan en unos locutorios muy pequeños (cabinas cerradas de cristal de aproximadamente 2,5 m2) en los que van entrando por turnos de 4 en 4 personas, con el consiguiente peligro de que si entra alguien contagiado, se contagien todos los que le acompañen y los que pasen a continuación al mismo locutorio.
Desde la FAC-USO tampoco podemos entender que se hayan cerrado las aulas y de facto se haya dado por finalizado el curso académico, cerrando igualmente los gimnasios y centros similares por representar un peligroso vector de contagios, y hoy se autorice en esta orden la reanudación de las actividades educativas, deportivas y culturales en los centros penitenciarios, como si las mismas actividades solo fueran peligrosas fuera de los centros penitenciarios.
Por último el sr. ministro demuestra una vez más su desconocimiento de la realidad penitenciaria al contemplar en la citada orden la posibilidad de revertir esta “flexibilización”, en el caso de que la situación epidemiológica así lo aconsejase. ¿Cómo creerá que reaccionaría la población reclusa si después de decirles que van a poder ir al gimnasio y a la piscina, que van a poder realizar comunicaciones, etc., se les dice a los cuatro días que no?
Esta FAC-USO no entiende cómo no se han tenido en cuenta aspectos como la incorporación de numeroso personal pertenecientes a ONG’s a diario, como consecuencia de la reanudación de actividades, ni la ausencia total de protocolos de actuación, o de la realización de los test serológicos…
¿De verdad que es necesario que tengamos que recordar que desgraciadamente ya hay cuatro compañeros fallecidos como consecuencia de esta pandemia?
Las cosas no se pueden hacer con prisas. Las cosas deben hacerse bien.