Una crisis mundial de empleo está sacudiendo al mundo. Los sindicatos en 87% de los países cubiertos por la encuesta indican que las compañías han anunciado despido de trabajadores/as como consecuencia del impacto económico de la pandemia del COVID-19.
Las Américas y Europa son los continentes más afectados, en el 100% de los países en las Américas y el 90% de los países en Europa indicaron que las compañías han empezado a despedir personal. En el 80% de los países en África y el 76% de los países en Asia-Pacífico hay compañías donde los trabajadores están perdiendo su empleo.
Los resultados de la cuarta Encuesta Mundial de la CSI sobre el COVID-19, en la que participaron 130 sindicatos de 100 países –incluyendo 16 países del G20 y 32 de la OCDE– y realizada entre el 25 y el 28 de mayo d 2020, muestra que el mundo está al borde de la mayor crisis global en décadas, que afecta al empleo y los ingresos, y que hace que disminuya el apoyo a las medidas de Gobiernos y empleados.
La brecha digital y la preocupación por el uso de tecnología y el respeto de los derechos a la privacidad salen a relucir como nuevos elementos problemáticos en la pandemia del COVID 19.
Sindicatos en el 49% de los países indicaron que su Gobierno utiliza o tiene previsto utilizar alguna aplicación de telefonía móvil para rastrear e identificar a las personas expuestas al COVID-19.
Los países más ricos del G20 (88%) y la OCDE (75%) son los que más han recurrido de este tipo de aplicaciones; mientras que en apenas 27% de los países en África y 33% de los países en las Américas, los Gobiernos han manifestado su intención de utilizar una aplicación de telefonía móvil para rastrear e identificar a las personas expuestas al COVID-19.
En el 69% de aquellos países donde se tiene pensado utilizar ese tipo de aplicaciones de telefonía móvil, los sindicatos se muestran preocupados por las disposiciones de confidencialidad de la aplicación y el posible uso de datos personales. La inquietud es mayor en las Américas (80% de los países) y Europa (78% de los países).
“Antes de que la pandemia del COVID-19 nos enfrentamos a la convergencia de distintas crisis, una desigualdad masiva que desembocó en una edad de la ira, agitación social y la pérdida de confianza en la democracia, lo que suponía ya un enorme riesgo para las economías y sociedades. Ahora nos enfrentamos además a las opciones asociadas con las mejores y las peores consecuencias de la tecnología si su utilización está desprovista de una base de derechos”, afirmó Sharan Burrow, secretaria general de la Confederación Sindical Internacional.
El movimiento sindical internacional insta a los Gobiernos a adoptar planes de recuperación y resiliencia, que incluyan:
- Protección y creación de empleo;
- Protección de los ingresos y salarios mínimos vitales;
- SST, incluyendo normas globales y disposiciones para lugares de trabajo seguros;
- Protección Social Universal para crear resiliencia;
- Conducta empresarial responsable a lo largo de la cadena de suministro;
- Responsabilidad gubernamental con diálogo social y respeto del derecho a la privacidad.
“Estos elementos constituyen la base para un nuevo contrato social entre Gobiernos y sociedades, donde las personas y el planeta revistan tanta importancia como la economía”, recalcó la Sra. Burrow.
Aunque los Gobiernos están respondiendo bien a las necesidades de los trabajadores en el 63% de los países, los datos de seguimiento indican que en 10 países se tiene ahora una visión más negativa de las respuestas de su Gobierno frente a la pandemia.
Más de la mitad de los países (58%) consideran que los empleadores están respondiendo mal a las necesidades de los trabajadores afectados por el virus, los datos de seguimiento muestran un aumento del número de países donde los empleadores responden mal.
“La importancia de planes de recuperación y resiliencia, basados en el diálogo social con un nuevo contrato social como elemento central, servirá para poner a prueba las acciones de Gobiernos y empleadores en los próximos meses”, concluyó Sharan Burrow.
Resultados de la cuarta Encuesta Mundial de la CSI sobre el COVID-19.