El enfermero auxiliar Pablo Riesgo, el fallecido por covid más joven de Asturias, nos hace recodar que los sanitarios son personal de primera línea y deben estar protegidos
Pablo Riesgo, enfermero auxiliar del Hospital de Jove, se ha convertido en el fallecido por la Covid-19 más joven de Asturias, con solo 26 años. En USO-Asturias queremos unirnos a su recuerdo y al del papel de los sanitarios durante la pandemia. Los sanitarios son profesionales de primerísima línea frente al covid-19, por lo que deben ser especialmente protegidos contra el virus.
Ayer se produjo el fallecimiento por Covid-19 de este técnico auxiliar de enfermería de 26 años que trabajaba en el Hospital de Jove. El joven se había contagiado de covid-19 durante la llamada ‘segunda ola’, en noviembre. Desarrolló la enfermedad con síntomas graves, llegando a tener una neumonía bilateral por la que tuvo que recibir oxígeno y que lo mantuvo ingresado durante 12 días.
USO reivindica el papel de los sanitarios y exige que se complete la vacunación de todo el personal, tanto sanitario como sociosanitario, hospitalario y asistencial con la mayor urgencia posible. Si bien la vacunación está demostrando que no se evitan los contagios, sí previene el desarrollo de la enfermedad. Esto protege la vida de nuestros sanitarios y cuidadores, y de los más vulnerables, sus pacientes.
Mayor estabilidad laboral en hospitales y otros centros asistenciales
Gustavo Alonso, portavoz de la Federación de Atención a la Ciudadanía de USO-Asturias, pide no solo más seguridad para los sanitarios, sino también mayor estabilidad en los contratos. «Estamos continuamente escuchando que no hay sanitarios en las bolsas; ahora, que se van a recuperar enfermeras recién jubiladas para la campaña especial de vacunación cuando lleguen mayores remesas… pero el principal problema del Sespa, como por desgracia ocurre en todo el país, es que no se ofrecen buenas condiciones contractuales a los sanitarios. El personal que tantos méritos ha hecho, que tanto reconocimiento ciudadano se ha llevado, sigue firmando contratos por semanas o meses, saltando de centro o de un servicio a otro, como si la pandemia fuese cuestión de días», recuerda. «Y esto es común tanto en el Sespa como en el ERA», apostilla.
Asimismo, FAC-USO quiere dar un mensaje a la población joven. «Pablo tenía solo 26 años. Era sanitario, sabía a qué se enfrentaba y cómo prevenir el contagio. A pesar de eso, la contrajo. Y la Covid-19 se lo ha llevado. No nos podemos relajar: el virus no entiende de edad».
Gustavo Alonso expone no obstante que “la mayoría de los jóvenes se están comportando correctamente. No se puede criminalizar a toda una generación por unos pocos, porque la insensatez no tiene edad y estamos viendo incumplimientos incluso en los más expuestos”. Sin embargo, «es necesario que interioricen que, pese a que el riesgo a desarrollar la enfermedad es menor, también se dan casos y el covid se lleva a personas jovencísimas, como Pablo».
