Pronto se cumplirá un año desde que la Organización Mundial de la Salud declarase la COVID-19 como una pandemia mundial, y el último informa de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) confirma la escala de la crisis: el equivalente a 255 millones de empleos a tiempo completo se ha perdido en 2020, y otros 130 millones podrían perderse en 2021. Más de 1.500 millones de trabajadoras y trabajadores se encuentran en situaciones desesperadas en la economía informal.
El Rastreador de Recortes de Empleo de la CSI ha venido siguiendo los puestos de trabajo cuya eliminación se ha hecho pública. Muchos más empleos están amenazados con la retirada de medidas de apoyo al empleo y a los ingresos, lo que supone un riesgo para un mayor número de trabajadores y sus familias. Hace falta que los Gobiernos y las organizaciones multilaterales entiendan la realidad de los efectos de la COVID-19 sobre la gente trabajadora.
Por eso la CSI ha decidido coordinar el proyecto Realidad COVID-19, con vídeos donde trabajadores y trabajadoras describen sus historias mostrando de qué manera afecta esta crisis nuestro trabajo, nuestras comunidades y nuestra salud.
Compartiremos los vídeos en torno al 11 de marzo de 2021, aniversario de la declaración de la pandemia. Pueden visitar el sitio web de la CSI aquí para saber cómo involucrarse.
En 2020 reclamamos un Nuevo Contrato Social para asegurar recuperación y resiliencia. En 2021 debemos asegurarnos de que las cinco reivindicaciones clave de la gente trabajadora necesarias para conseguir ese Nuevo Contrato Social, constituyan elementos centrales de las campañas de presión política y del diálogo social a nivel nacional y global.
Los trabajadores necesitan empleo – empleos respetuosos con el clima. Reclaman derechos para todos los trabajadores y trabajadoras, así como diligencia debida vinculante para poder exigir cuentas a las corporaciones. Reclaman protección social universal e igualdad de ingresos, género y razas. Y por último los trabajadores quieren inclusión, que garantice la paz como base para un nuevo modelo de desarrollo económico que aporte oportunidades a generaciones de personas en todo el mundo. Las reivindicaciones de los trabajadores y trabajadoras debe ser un elemento central de una recuperación justa.
El aniversario del inicio de la pandemia hace que el Día Internacional de la Mujer 2021 resulte particularmente pertinente, teniendo en cuenta que las mujeres se han visto afectadas de manera desproporcionada por la crisis económica y social provocada por la COVID-19.
Son las mujeres quienes han portado la mayoría de los cuidados, y son las mujeres las que han visto desaparecer sus precarios empleos, y quienes han visto como brechas salariales indefendibles se han hecho incluso más profundas.
¿Cómo podemos contribuir a un mundo con igualdad de género? ¿Cuáles son nuestras demandas para la igualdad de ingresos y participación para las mujeres? Hay que celebrar los logros de las mujeres, sensibilizar contra los prejuicios y actuar para lograr la igualdad. Vamos a decírselo al mundo este 8 de marzo.
La OIT se reunirá en marzo y considerará la posibilidad de incluir la seguridad y salud en el trabajo (SST) como un derecho fundamental. Rogamos que presionen a sus Gobiernos a que apoyen esta cuestión, pidiéndoles que la SST se incluya en el orden del día de la Conferencia de la OIT en junio.
Una de las cinco reivindicaciones de los trabajadores para la recuperación y la resiliencia guarda relación con empleos respetuosos del clima con una transición justa. Es el cambio que el mundo necesita para garantizar un futuro para todos nosotros, y está ocurriendo ya. Equal Times ha publicado un informe especial sobre lo que representa esa transición justa en España, Bangladesh, Túnez, Escocia, Argentina y Senegal.
Esto demuestra lo que podemos lograr juntos, aunque haya que enfrentarse a enormes desafíos.