Estas últimas semanas cientos de incendios forestales han asolado Grecia, Turquía y han afectado a muchos otros países como Finlandia, Italia, varios países de los Balcanes y Rusia.
Los bomberos y otros socorristas, trabajadores de emergencias y médicos están en primera línea para salvar vidas, hogares y comunidades.
Algunos perdieron la vida tratando de salvar la de otros.
Nuestros pensamientos están con ellos, sus familias y compañeros.
Expresamos nuestra solidaridad con los bomberos y los sindicatos, con los trabajadores de los servicios públicos y los miles de voluntarios que intentan controlar los incendios.
Los daños causados a las viviendas, a los lugares de trabajo y a la naturaleza son inmensos. Las vidas de diez mil personas están desarraigadas. Miles de personas han sido evacuadas, incluidos refugiados y solicitantes de asilo.