Muchos países europeos se enfrentan a una grave escasez de personal sanitario y asistencial debido a la reciente ola de Omicron. Esto se ha visto agravado por la crisis de Covid. Casi todos los países de la UE informan de una escasez de personal sanitario. La FSESP viene señalando la gravedad de la escasez de personal (unos dos millones de trabajadores). Los gobiernos europeos deberían aumentar sustancialmente la financiación de la sanidad y la asistencia y responder a las demandas de inversión de los trabajadores. La ola de Omicron está demostrando la urgencia de esta inversión, ya que la OMS subraya que, una vez más, «la mayor carga de la respuesta a esta pandemia la lleva nuestro personal sanitario y asistencial».
Un reciente estudio de la Comisión Europea (CE) se centra principalmente en cómo los mercados laborales responden a la reciente recesión tras el brote de COVID-19 en 2020.
Se constata el empeoramiento de la escasez de personal en la sanidad.
Los últimos datos de toda Europa revelan cómo la situación se ha deteriorado aún más a causa de Omicron. La Comisión es consciente de que las malas condiciones salariales son la principal causa de la escasez. Insistimos en que la revisión de las normas fiscales da a los Estados miembros la posibilidad de dar un impulso significativo al gasto público para permitir la contratación masiva de personal sanitario y asistencial.
Los informes recientes de los sindicatos y otros muestran que los trabajadores, incluidos los de cuidados intensivos, están abandonando el trabajo.
El estrés, la inadecuada protección en el lugar de trabajo, la falta de reconocimiento de su labor y los salarios demasiado bajos. La pandemia sigue teniendo un impacto desastroso en los trabajadores sanitarios europeos.
Es necesario abordar esta cuestión de inmediato.