La 5A. Conferencia Mundial se reunirá cuando queden solo tres años para alcanzar el objetivo de erradicar el trabajo infantil de aquí a 2025 y solo ocho años para el objetivo de eliminar el trabajo forzoso de aquí a 2030, tal y como estipula la meta 8.7 de los ODS.
Además, llega en un momento en el que el mundo se recupera y responde a los efectos múltiples de la pandemia de Covid-19, que ha tenido efectos devastadores sobre la salud, el progreso económico, la igualdad y el desarrollo social.
En este contexto, la 5A. Conferencia Mundial representa una oportunidad para evaluar los avances realizados en la consecución de la meta 8.7, debatir buenas prácticas aplicadas por diferentes actores de todo el mundo y para identificar carencias y medidas urgentes necesarias para acelerar la erradicación del trabajo infantil y el trabajo forzoso.
La erradicación del trabajo infantil como condición para un rendimiento positivo del mercado de trabajo con un enfoque centrado en las personas (educación, desarrollo de competencias, aprendizaje a lo largo de la vida y transición de la escuela al trabajo decente, dependiendo del grupo de edad);
La alta prevalencia del trabajo infantil en el sector agrícola y ganadero, que está fuertemente ligado a la pobreza, la informalidad y las estrategias de supervivencia familiar;
La formalización de la economía informal y la creación de trabajo decente;
La necesidad de recursos adicionales y políticas específicas dirigidas a las causas raíz del trabajo infantil y el trabajo forzoso y la dotación de financiación adecuada;
El desafío de la Covid-19 que podría revertir años de avances en la lucha contra el trabajo infantil, el trabajo forzoso y la trata de niños;
La enriquecedora experiencia que las Regiones aportan a la Conferencia, con la oportunidad de destacar las contribuciones específicas de la región africana;
El valor añadido de las promesas y compromisos de acción de duración limitada de la comunidad internacional para la consecución de la meta 8.7 de los ODS.