Aunque la CSI acoge con satisfacción las conclusiones adoptadas por la 5ª Conferencia Mundial sobre la Erradicación del Trabajo Infantil, insta a los Gobiernos a redoblar sus esfuerzos encaminados a eliminar la lacra del trabajo infantil.
La Conferencia, celebrada en Durban (Sudáfrica) del 15 al 20 de mayo, adoptó la resolución “Llamamiento a la Acción de Durban”, en la cual se exhorta a:
- convertir el trabajo decente en una realidad para los adultos y los jóvenes que tienen la edad mínima para trabajar mediante la aceleración de las iniciativas de varias partes interesadas para eliminar el trabajo infantil, dando prioridad a las peores formas de trabajo infantil;
- poner fin al trabajo infantil en la agricultura;
- fortalecer la prevención y la eliminación del trabajo infantil, incluidas sus peores formas, como el trabajo forzoso, la esclavitud moderna y la trata de personas, así como la protección de los supervivientes a través de respuestas de políticas basadas en datos y adaptadas a los supervivientes;
- asegurar el disfrute del derecho de los niños a la educación y el acceso universal a educación y formación gratuitas, obligatorias, de calidad, equitativas e inclusivas;
- lograr el acceso universal a la protección social, y
- aumentar la financiación y la cooperación internacional para la eliminación del trabajo infantil y el trabajo forzoso.
La Secretaria General de la CSI, Sharan Burrow, dijo: “El llamamiento a la acción se realiza en un contexto marcado por el incremento de los casos de trabajo infantil, exacerbado por la pandemia de COVID-19, con aproximadamente 160 millones de niños atrapados en el trabajo infantil según las estimaciones mundiales”.
“Debemos recordar que la meta 8.7 de los ODS busca eliminar el trabajo infantil de aquí a 2025 y el trabajo forzoso para 2030, pero no sé si vamos a llegar. Pedimos a los Gobiernos que lleven a la práctica las prioridades establecidas en el Llamamiento a la Acción de Durban y queremos que los interlocutores sociales, los organismos para el desarrollo y los donantes colaboren para alcanzar la meta 8.7”.
“Es fantástico que todos los Estados Miembros de la OIT y sus interlocutores sociales hayan ratificado el Convenio 182 sobre las peores formas de trabajo infantil y que otros convenios sobre el trabajo infantil se vayan ratificando progresivamente. El Convenio 138 sobre la edad mínima también debe ser ratificado universalmente. Sin embargo, la ratificación por sí sola no aborda la lacra del trabajo infantil”.
“Son las acciones, las medidas de cumplimiento que los Gobiernos implantan, las que ayudarán a lograr la meta 8.7. Estas medidas deben ser complementadas con inversión en empleos, protección social, economía de cuidados y educación. Pedimos a los interlocutores sociales que supervisen estrechamente a sus Gobiernos para asegurarse de que están aplicando las medidas establecidas en Durban”.
La Conferencia de Durban contó con la participación de delegados de Gobiernos, sindicatos, organizaciones de empleadores, organizaciones de la sociedad civil y organismos de las Naciones Unidas y, por primera vez, delegados niños.