La CSI ha acogido con satisfacción las decisiones adoptadas por los ministros de Trabajo y Desarrollo de los países del G7 durante las reuniones celebradas en mayo, entre las cuales se incluyen compromisos de importancia vital en materia de empleo, clima y ayuda al desarrollo y una serie de pasos positivos respecto de cuestiones clave para el movimiento sindical internacional.
Los ministros de Trabajo destacaron su apoyo a la iniciativa del “Acelerador Mundial del Empleo y la Protección Social para una Transición Justa” del Secretario General de las Nacionales Unidas, la cual tiene por objeto crear 400 millones de empleos y ampliar la protección social a países de ingresos bajos que actualmente no están cubiertos por ningún tipo de sistema de protección social.
Los ministros respaldaron las propuestas de convertir la salud y seguridad en el trabajo en un derecho fundamental de los trabajadores en la Organización Internacional del Trabajo, y se comprometieron a promover el trabajo decente y de calidad, incluido en las economías verdes y digitales, lo cual, sumado a sus compromisos en materia de educación y formación permanente para los adultos, constituye un paso importante hacia una transición justa.
Mediante una serie de medidas obligatorias y voluntarias, incluida legislación, también se realizaron progresos respecto de:
- la diligencia debida obligatoria, con un compromiso renovado con los Principios Rectores de las Naciones Unidas sobre las Empresas y los Derechos Humanos;
- la Declaración tripartita de principios sobre las empresas multinacionales y la política social de la OIT, y
- las Líneas Directrices de la OCDE para Empresas Multinacionales.
En su declaración final, los ministros de Desarrollo reafirmaron su compromiso con que se destine el 0,7% del PIB a la AOD y prometieron revertir el porcentaje decreciente de la AOD destinada a los países menos desarrollados.
Se contrajeron compromisos específicos en cuanto al fortalecimiento de la economía de cuidados, para lo cual se debe incluir a los trabajadores del sector de los cuidados en el diálogo social y la negociación colectiva. Se incluyeron referencias prominentes al clima y el medio ambiente en su declaración conjunta, reconociendo la importancia de la transición justa.
En cuanto a los empleos y la protección social, los ministros también acogieron con satisfacción el “Acelerador Mundial” del Secretario General de las Naciones Unidas y reconocieron la “necesidad de acelerar el progreso hacia la protección social universal, adecuada, adaptable, con capacidad de respuesta a las crisis e inclusiva para todos de aquí a 2030”. Se contrajeron compromisos similares a los de los ministros de Trabajo en materia de diligencia debida en las cadenas de suministro.
La Secretaria General de la CSI, Sharan Burrow, dijo: “Los ministros de Trabajo y Desarrollo han escuchado claramente el llamamiento del movimiento sindical internacional respecto de los elementos fundamentales del nuevo contrato social”.
“Celebramos sus compromisos y esperamos ahora que se asignen recursos para convertir las promesas en resultados”.
“Ahora que el mundo se enfrenta a retos enormes y las personas en países menos ricos experimentan un aumento de la inseguridad y, en muchos casos, la perspectiva de escasez de alimentos y energía, las palabras no serán suficiente. Los países del G7 pueden y deben redoblar sus esfuerzos en pro de la justicia social y económica y la sostenibilidad”.