Mientras los ministros de Sanidad de la UE se reúnen en Chequia el miércoles 7 de septiembre, la Federación Europea de Sindicatos de Servicios Públicos (FSESP), que representa a los trabajadores de la sanidad y la asistencia social de Europa, de la que FAC-USO formma parte, reitera sus exigencias de que se aborde urgentemente la creciente escasez de personal en el sector de la sanidad y la asistencia social.
La OMS ha pronosticado un aumento de las hospitalizaciones este otoño e invierno, causado por la pandemia, así como por el brote de viruela del mono.
Sin duda, esto supondrá una carga de trabajo adicional para el personal sanitario y asistencial, que ya trabaja bajo presión.
Muchos profesionales de la salud y la asistencia padecen afecciones posteriores a la enfermedad (long-COVID) y muchos otros han abandonado el sector. La presión causada por la escasez de personal existente y las condiciones de trabajo insatisfactorias -incluidos los crecientes casos de violencia de terceros- no puede seguir siendo ignorada por los responsables políticos.
Jan Willem Goudriaan, secretario general de la FSESP, afirma: «Tenemos que pasar de los aplausos a las medidas que logren una dotación de personal adecuada y basada en las necesidades en la sanidad y la asistencia social. Esto debe ir acompañado de la mejora de los salarios y las condiciones de trabajo de la mano de obra femenina, a menudo mal pagada. El descontento de los trabajadores y las numerosas acciones en toda Europa son prueba de la urgencia que se requiere».
El Dr. Adam Rogalewski, asesor de Sanidad y Servicios Sociales de la FSESP, añade: «Es inaceptable que los salarios reales de los trabajadores de la sanidad y los servicios sociales, que fueron aplaudidos al principio de la pandemia, se vean ahora reducidos por la elevada inflación y el aumento de los precios de los alimentos y la energía. Aquellos que protegen nuestra salud y que cuidan de los miembros más vulnerables de nuestra sociedad deberían recibir el apoyo adecuado de los responsables políticos. Esto incluye salvaguardar los presupuestos públicos de cualquier medida de austeridad».
Este año se han llevado a cabo acciones industriales en toda Europa. Una de ellas se está llevando a cabo en Finlandia, donde las enfermeras amenazan con dimitir en masa. También hemos visto un ejemplo positivo en Alemania, donde las iniciativas del gobierno para hacer frente a la escasez de personal fueron bien recibidas por los sindicatos alemanes.
Por lo tanto, la FSESP pide a los ministros de sanidad que colaboren estrechamente con los ministros de empleo y hacienda para
- Asegurar a los trabajadores de la sanidad y la asistencia social y a los receptores de los cuidados que la financiación de los sectores aumentará para hacer frente a las demandas de mejora de la sanidad y la asistencia y pagar un salario más alto en línea con la inflación y el crecimiento de la productividad. La sanidad y la asistencia deben quedar excluidas de cualquier medida de austeridad;
Desarrollar medidas sólidas para ofrecer niveles de personal adecuados y basados en las necesidades;
Promover el diálogo social y la negociación colectiva. Estas medidas son cruciales no sólo para mejorar las condiciones de trabajo, sino también para garantizar una atención de calidad centrada en el paciente. Los empresarios europeos (HOSPEEM) y los sindicatos (EPSU) han adoptado recientemente un Marco de Acción sobre Contratación y Retención que muestra el camino a seguir;
Proteger la sanidad y la asistencia social como un bien público; impedir la comercialización de la sanidad y la asistencia; y garantizar que si se obtienen beneficios se reinviertan en su totalidad para mejorar las condiciones de trabajo y la prestación de la asistencia sanitaria. La comercialización de la sanidad y la asistencia debe revertirse para salvaguardar la resistencia del sector y centrarse en los derechos de los beneficiarios de la asistencia;
Aumentar la protección de la salud y la seguridad en el trabajo, incluidos los riesgos psicosociales (salud mental), y la financiación de las inspecciones pertinentes para garantizar lugares de trabajo saludables;
Promover la negociación colectiva y proteger a los trabajadores y sindicalistas de las actividades antisindicales;
Reconstruir el carácter público de los servicios asistenciales y reconocer el papel crucial que desempeñan los servicios sociales en nuestras sociedades;
Desarrollar medidas adecuadas para apoyar a los trabajadores que padecen condiciones post-COVID (como la larga COVID);
Apoyar el diálogo social sectorial en el sector de la asistencia sanitaria y social en los Estados miembros.
A nivel europeo, pedimos a la Comisión Europea
- Garantizar que la financiación proporcionada por los diversos mecanismos de la UE, incluida la EU4Health, pueda destinarse a mejorar la formación, las condiciones de trabajo y las condiciones de salud y seguridad de los trabajadores sanitarios y asistenciales;
Elaborar una directiva específica sobre riesgos psicosociales para proteger a los trabajadores del estrés y el agotamiento causados por el trabajo;
Aprobar la petición de la FSESP y los empresarios sociales de crear un Comité de Diálogo Social Sectorial en el sector de los servicios sociales;
Garantizar la aplicación del Pilar Europeo de Derechos Sociales, en particular el derecho a la salud y la asistencia;
Reconocer el COVID-19 como enfermedad profesional, tal como recomienda el Comité Consultivo para la Seguridad y la Salud en el Trabajo.
