La crisis agravó la prolongada erosión de la clase media europea

La crisis financiera y la transformación de las relaciones de trabajo han ocasionado una contracción de la clase media en la mayoría de los países de la UE durante la última década.

Un nuevo informe de la OIT preparado en colaboración con la Comisión Europea muestra que, en los últimos años, el aumento de las desigualdades ha causado una reducción de la clase media en Europa. El informe titulado Trends in the world of work: What effects on inequalities and middle-income groups  (Las tendencias a largo plazo en el mundo del trabajo y los efectos sobre las desigualdades y las categorías de ingresos medios) fue presentado durante una conferencia de alto nivel.

La crisis económica y financiera ha tenido graves repercusiones sobre las categorías de ingresos medios, definidas en el informe como aquellos grupos en el intervalo de ingresos entre 60 y 200 por ciento del ingreso medio. Casi todos los países de la UE estudiados experimentaron una disminución de sus clases medias y de la proporción del ingreso total que reciben. “Una clase media más débil da lugar a una disminución de la demanda agregada, frena el crecimiento a largo plazo y puede causar inestabilidad social y política”, señaló Daniel Vaughan-Whitehead, coautor y editor del informe.

En la mayoría de los países europeos, la clase media experimentó un rápido crecimiento entre los años 1980 y 1990, impulsadas, sobre todo por el incremento de la participación en el mercado laboral tanto de las mujeres como de los hombres y el surgimiento de un modelo de hogar con doble salario. Por otra parte, las tendencias a largo plazo como los cambios en la estructura del empleo y el surgimiento de formas atípicas de empleo fueron exacerbadas por otros factores relacionados con la crisis – tales como el aumento del desempleo, un deterioro adicional del salario real y las reformas de las instituciones de diálogo social – que contribuyeron a erosionar aún más la clase media en Europa durante la última década.

“Esta tendencia es preocupante, sobre todo porque parece afectar especialmente a los jóvenes”, explicó Daniel Vaughan-Whitehead. “Las tasas de desempleo juvenil muy altas podrían reducir sus probabilidades de formar parte de la clase media y crear una brecha generacional”.

Algunas profesiones, que tradicionalmente representaban a la clase media, como los docentes y los empleados de la administración pública, ya no pertenecen sistemáticamente a la categoría de ingresos medios. La seguridad del empleo ha dejado de ser la norma en el sector público, esto es evidenciado por el rápido incremento de los contratos temporales en el sector público en toda Europa. El informe constata que las mujeres han sido particularmente afectadas por este proceso: el sector público no sólo es una importante fuente de empleo para ellas, la disminución de la calidad de los servicios públicos – como el cuidado de los niños – también tiene un impacto negativo sobre su participación en el mercado laboral.

Las tasas de empleo para los trabajadores de edad (55-64 años) incrementaron de 38,4 por ciento en 2002 a 51,8 por ciento en 2014. En la mayoría de los países europeos, el aplazamiento de la jubilación ha permitido sostener el estatus de clase media.

A pesar de la crisis, algunos países han logrado mantener una clase media estable. Este es el caso de Bélgica, Francia, los Países Bajos y Suecia, países con relaciones de trabajo sólidas. Por el contrario, el debilitamiento del diálogo social en países como Grecia, España e Irlanda, seguramente ha contribuido al incremento de las desigualdades. En los países donde la negociación colectiva es limitada, como Hungría y los Estados Bálticos, el crecimiento de la clase media depende directamente de la coyuntura económica.

Los mecanismos de fijación de los salarios y la negociación salarial también tienen una función. La sobrevivencia de los sistemas de indexación en Bélgica, por ejemplo, parecen haber contribuido a limitar las desigualdades.

“A fin de reducir las desigualdades, los responsables de las políticas deben adoptar medidas dirigidas específicamente a la clase media”, concluyó Heinz Koller, Director Regional de la OIT para Europa y Asia Central. “Estas iniciativas no sólo deberían abordar el mundo del trabajo sino que también deberían considerar ámbitos relacionados como los impuestos, la educación y la protección social”.

Las tendencias a largo plazo en el mundo del trabajo y los efectos sobre las desigualdades y las categorías de ingresos medios es una publicación de la OIT realizada en colaboración con la Comisión Europea, que reúne contribuciones y estudios de casos de expertos de alto nivel de 15 países: Alemania, Bélgica, España, Bálticos, Francia, Grecia, Hungría, Irlanda, Italia, los Países Bajos, Portugal, Suecia y el Reino Unido. El capítulo de introducción ofrece además un panorama de la situación en 30 países europeos, estudia las tendencias relativas a las clases medias y el mundo del trabajo en Europa y analiza las diferencias nacionales.

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