El secretario general de USO, Joaquín Pérez, denunció el pasado 14 de septiembre, en rueda de prensa en Palma, que “los efectos de la no-reforma laboral son los esperados de una reforma que se queda en los nombres de los contratos y no en el fondo del mercado laboral, que sigue siendo igual de precario”.
Joaquín Pérez considera que la falta de una negociación colectiva fuerte es fruto de “un diálogo social opaco e ineficaz. Y cerrado en banda a escuchar y recibir otras aportaciones. Además de que seguimos regidos por una legislación sindical obsoleta, que sigue favoreciendo a dos sindicatos”.
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