Los datos indican un ligero repunte económico, todo hay que decirlo, pero a costa de muchos sacrificios de los trabajadores.
Por el camino hemos perdido, salarios, derechos sociales, oferta pública de empleo y contratos estables. La pregunta es: ¿Esta recuperación económica justifica esas perdidas? Yo creo que no.
No digo no, por decir algo. No digo un no en apoyo de teorías populistas y carentes de realidad, con propuestas alejadas del resto de países de nuestro entorno. Esto lo hemos visto en las elecciones municipales, y creo que lo volveremos a ver en las generales.
No estoy de acuerdo por motivos claramente sindicales, sin demagogia, desde el punto de vista de los trabajadores y sus familias, desde un miembro mas de una sociedad que tienen que vivir el día a día, y es ahí, donde se refuerza el no a los métodos utilizados para conseguir una recuperación económica.
Vivimos en un mundo en el que una economía saneada es necesaria, nuestras vidas giran a su alrededor, y cuando me refiero a la economía, me refiero a todo lo que depende de ella: salarios, comida, vivienda, transportes, educación, sanidad, incluso, por que no, también el ocio, ya que forma parte de nuestras vidas diarias.
Pero no todo vale, para conseguir recuperar o mejorar una economía global. No se puede olvidar que cuando se toman decisiones económicas, los afectados son los ciudadanos, y estas decisiones pueden ser positivas o negativas. Algunas medidas tomadas hasta la fecha, han sido muy negativas para la ciudadanía en general.
Como es posible que actualmente, haya salarios de menos de 800€, cuando hasta hace muy poco hablábamos de “mileuristas” como trabajadores mal pagados, y que con esos salarios poco podían hacer en su vida diaria. ¿qué ha pasado para este retroceso? ¿por qué hemos llegado a ese punto?
Lo cierto es que estos salarios son consecuencia de un salario mínimo en España, alejado de los países con los que nos queremos comparar y a los que siempre nos ponen de ejemplo: Francia, Bélgica, Alemania, Holanda, Irlanda, etc.. Pues bien, todos estos países tienen un salario mínimo, que casi dobla el español.
En la tabla adjunta se puede apreciar estas diferencias. Esto es uno de los graves problemas que tenemos, y encima, alguna propuesta empresarial española, propone reducir el salario mínimo, o sea, ¡de chiste!. Empresarios europeos apoyan subir salarios y así se ratifica en acuerdos entre sindicatos y empresas, y aquí en España al revés. ¡Como siempre!
La diferencia es que en esos países, tienen muy claro que unos salarios dignos, hacen que la económica mejore, ya que el consumo aumenta. Aquí parece que se quiere trabajadores baratos, muy baratos, y que encima consuman, aunque no sabemos con qué dinero. Diferencias claras, entre países con visión de futuro y países con visión…..miope.
Claro que hablamos de salarios en general, en todos los sectores, pero cuando nos centramos en el sector publico nos encontramos también, con sueldos inferiores al propio Salario Mínimo. ¡La Administración dando ejemplo!
Se ha firmado hace unos días el 3º Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva que tendrá vigencia durante 2015, 2016 y 2017. Acuerdo firmado por los “colegas” de UGT y CCOO, junto con las patronales CEOE y CEPYME.
Un “excelente” Acuerdo (espero que se entienda bien la fina ironía), en que después de mucho bla, bla, bla, llegamos a un pírrico 1% de subida salarial para 2015 y el resto de los años alguna propina mas, siempre que vaya bien al Cuadro macroeconómico del Gobierno ¡vaya usted a saber que es esto!.
Pues bien, al sector publico no le ha tocado la lotería, por lo tanto seguiremos congelados y veremos como un año mas, seguimos perdiendo poder adquisitivo. En conclusión: ¡Nos siguen olvidando! Y eso que somos mas de dos millones de trabajadores.
Creo que es urgente una revisión del Salario Mínimo, si queremos de verdad igualarnos a esos países que ponen siempre como ejemplo, y para eso, debemos empezar por igualar salarios.
La Unión Europea debería hacer un esfuerzo y conseguir homologar salarios mínimos en todos los países miembros. Quizás no se consiga de forma inmediata, pero se pueden marcar plazos cortos, para una homologación salarial.
Una Europa unida y fuerte, merece un salario mínimo, igual y digno para todos sus ciudadanos.
Fdo.: Luis Deleito de los Reyes -Secretario General FAC-USO