Cada poco tiempo tenemos noticias sobre movimientos en la plantilla que suelen suplir, unas veces con más acierto que otras, las carencias de los llamados macroconcursos. Las comisiones de servicio se han convertido en algo así como el lubricante que engrasa la envejecida maquinaria de las Entidades Gestoras de la Seguridad Social… para bien y para mal… tal vez más de lo segundo que de lo primero. Otra cuestión diferente son las Adscripciones Provisionales, que pueden ir un poco más allá y servir de trasvase entre Entidades, Organismos e incluso Ministerios.
Como bien es sabido que hay Organismos, como bien puede ser el SEPE, que tienen como norma “no dejar salir a nadie”, por eso de que no vaya a ser que “si abrimos la mano, nos quedemos sin personal”. Es frecuente ver en los Concursos de los diferentes Ministerios como se excluye automáticamente al personal de oficinas de atención al público del SEPE o de Extranjería, haciendo inviable cualquier “fuga” del mismo. Salvo la consabida permuta, claro está.
La última y no menos preocupante es la que otorga el poder de Sauron, con la ayuda inestimable eso sí, de algún “mayoritario”, como es el caso de la incorporación de una trabajadora de la oficina del SEPE de Torrent a la Administración de la TGSS de dicha localidad, incluso con el informe desfavorable de la Dirección Provincial del Servicio Público de Empleo Estatal. Hecho que no ha pasado desapercibido a los compañeros que han estado esperando pacientemente durante un lustro a que se convocara el tan afamado y publicitado Macro, para luego ver truncadas de un plumazo sus expectativas de movilidad y promoción profesional al ver las irrisorias posibilidades que ofrecían las vacantes y resultas ofertadas.