Prosigue una semana más la pacífica protesta de los funcionarios municipales, que desde el jueves 31 de enero, vienen demandando al alcalde de Soria una reunión con su propia Junta de Personal, órgano de representación de sus funcionarios públicos.
Desde el pasado 14 de enero, Carlos Martinez, dando buena muestra de su propensión a reunirse sólo con palmeros y «agradaores» se niega a recibir a quienes tienen el deber de recordarle su rosario de incumplimientos en materia de derechos y legalidad de sus propios empleados públicos.
Esta iniciativa de todos los sindicatos, de la que pronto se desvinculó la UGT, demanda el cumplimiento del Acuerdo 2014/2015, el derecho a la negociación colectiva en el ámbito del personal funcionario, la cobertura de plazas vacantes, manifestándose contra su sustitución en sus funciones por parte de personal laboral, contratado tras la superación de cuestionables procesos selectivos y, en general, en defensa de su propia dignidad como empleados públicos.
Mientras el equipo de gobierno tiene el descaro de querer ser protagonistas de actos como el Primero de Mayo, prodigando derechos para los trabajadores ajenos mientras se le deniegan a los propios, los sindicatos USO, CSIF y CCOO siguen denunciando el fraude que supuso la firma de un Acuerdo/Convenio de personal que se ha incumplido en casi todos sus términos. De lo que deben tomar buena nota los empleados públicos en particular y la ciudadanía soriana, en general.
En el recuerdo más inmediato queda el papelón jugado en los últimos meses por la concejal Teresa Valdenebro organizando un paripé negociador que, engañando a los delegados del personal, ha dado al traste con la aplicación del fondo sociosanitario, pese a la claridad de su propia aplicación.
USO quiere insistir y advertir sobre el modelo de gestión que el PSOE ha impuesto en el Ayuntamiento de Soria, de naturaleza autoritaria y poniendo al servicio de una causa política y en su propio beneficio, la propia administración pública, gestión autoritaria a la que estorba todo atisbo de oposición política, funcionarios con criterios técnicos, neutrales y defensores de la legalidad, así cómo sindicatos y sindicalistas que se resisten a ser palmeros de esta rancia patronal, donde el alcalde ejerce como consejero delegado.
Desde el sindicato se quiere insistir en esta advertencia a los miles de funcionarios y empleados públicos, defensores de los criterios de igualdad, mérito y capacidad para el acceso y desempeño de sus puestos de trabajo, y que se quieren aniquilar, en el Ayuntamiento de Soria. Tomemos buena nota.