De un tiempo a esta parte estamos asistiendo a la colocación, en los puestos de atención al público de todos los CAISS, de esta especie de “brazo robótico” cuya finalidad parece ser mantener en alto la pantalla del ordenador, con el fin de poderla girar y facilitar la visualización de los datos de la pantalla al ciudadano. Además de unos paneles verdes “para proteger la CPU”.
Sobre la utilidad de este nuevo accesorio, a unos compañeros les parece bien y a otros no tanto, sobre todo por el coste tan elevado de los mismos. Recordemos que la licitación asciende a la friolera de 71.995€, impuestos incluidos –ver documento más abajo-. Si el coste es o no elevado, si el gasto está o no justificado, lo dejamos a la consideración de cada cual.
Por lo pronto, la única ventaja que se deduce de semejante artilugio es que el ciudadano, en vez de tener que girar la cabeza… quien gira es la pantalla.
Tal vez ese gasto se podría haber invertido en otras cuestiones de más calado, dado el estado calamitoso de las instalaciones en muchos CAISS, que dejan mucho que desear: locales de dudosa salubridad, climatización defectuosa y hacinamiento por exceso de aforo, suelen ser las deficiencias más comunes… etc.
Otro asunto no menos baladí es la prudencia a la hora de mostrar datos, aunque sean los del propiointeresado: identificación de la persona que tenemos delante, tener la certeza de que no se visualizan en la pantalla datos de terceros, etc.
No está de más recordar que, entre las recomendaciones de la Agencia Española de Protección de Datos, está la de “Formar adecuadamente a los trabajadores teniendo en cuenta su distinto grado de responsabilidad y garantizando que conozcan sus deberes de seguridad y secreto. La formación debe contribuir a crear una cultura de compromiso con la protección de datos”