Hace escasas fechas la Dirección General de Bellas Artes nos ha sorprendido con una resolución, que podéis descargar en este enlace, en la que se declara la gratuidad de los museos estatales desde el 10 de julio y hasta el 30 de septiembre.
La propia resolución nos habla de que se hace con la intención de que ‘la sociedad recupere el hábito cultural de la visita pública a los museos estatales…’. Sin embargo, nada más lejos de la realidad. El verdadero motivo de esta gratuidad no es otro que la falta de personal en los museos estatales debido a la chapuza perpetrada por los de siempre, que a la hora de firmar el IV Convenio no previeron las consecuencias nefastas que podría tener la aplicación del encuadramiento, y lo han hecho tarde y mal, como siempre.
Al aprobarse el IV Convenio Único se establecieron nuevos grupos profesionales requiriéndose unas titulaciones para poder acceder a ellos. A aquellos que ya estaban trabajando cuando por fin se aplicó el encuadramiento, se les adscribió a los nuevos grupos profesionales que establece el IV Convenio. El problema ha surgido a la hora de realizar nuevas contrataciones, por ejemplo, de bolsas de trabajo que aún están en vigor. Cuando el personal de estas bolsas accedió a ellas no tenía que tener una titulación que ahora, con el nuevo convenio, sí que se les exige.
Esto ha provocado que desde función pública no autoricen nuevas contrataciones de estas bolsas con posterioridad a la aplicación del encuadramiento. Ante esta problemática la Administración ha optado por saturar aún más los servicios públicos de empleo (SEPE), unos servicios públicos que como ya os hemos informado por medió de sucesivas notas informativas, se encuentran desbordados y prácticamente al borde del colapso. Y esto ocurre porque han llegado a la conclusión de que lo ‘mejor’ para resolver un problema que ellos mismos han generado, no sabemos si intencionadamente o no, es trasladar la contratación a estos servicios públicos acogiéndose a lo estipulado en el artículo 33.2 del IV Convenio Único que dice que “…se recurrirá a los Servicios Públicos de Empleo para las contrataciones previsibles por su carácter estacional y siempre que las características de las tareas a desempeñar así lo aconsejen….”
Desde FAC-USO consideramos que no es admisible el desprecio con el que la administración despacha a quienes ya están en esas bolsas de trabajo, con mérito y capacidad sobradamente demostrados, ni el intento de ocultar con “campañas de gratuidad” la falta de previsión en el diseño y aplicación de un encuadramiento profesional que no deja de generar problemas. Por si fuera poco, estos procesos que se trasladan a los servicios públicos de empleo terminarán, en mucho casos, con una entrevista en el centro de trabajo correspondiente. Entrevistas en las que la transparencia brilla por su ausencia puesto que no tienen unos criterios definidos para superarlas y cuyo funcionamiento es de sobra conocido por todos y todas.
