FAC-USO denuncia acuerdos parciales, no consolidables y excluyentes, y exige una negociación real que garantice salarios dignos para todo el personal civil del Ministerio de Defensa
El 17 de diciembre, el personal civil del Ministerio de Defensa volvió a movilizarse de forma simultánea en decenas de centros de trabajo de todo el Estado, en una nueva jornada de protestas convocada por USO y APLAGE.
En total, se celebraron 82 concentraciones, reflejo de un conflicto que lejos de resolverse se cronifica por la falta de voluntad negociadora del Ministerio de Defensa.
Estas movilizaciones dan continuidad a más de ocho meses de protestas sostenidas, en las que el personal civil viene reclamando el fin de una discriminación salarial estructural que se mantiene dentro del propio Departamento y que afecta a miles de trabajadores y trabajadoras que sostienen el funcionamiento diario de la Defensa.
FAC-USO denuncia que la respuesta del Ministerio se ha limitado a medidas unilaterales y acuerdos de despacho, pactados exclusivamente con los sindicatos firmantes, que no consolidan salario, generan nuevos agravios y dejan fuera a una parte de la plantilla.
Lejos de corregir la desigualdad, estas decisiones la profundizan.
Especialmente grave resulta la exclusión o limitación del cobro de la paga extraordinaria a quienes han estado de baja médica, incluidos supuestos de embarazo, maternidad o tratamientos oncológicos, penalizando la salud y vulnerando de forma flagrante el principio de igualdad.
No es admisible que en una administración pública se castigue económicamente a quien enferma o ejerce derechos protegidos.
Desde FAC-USO se subraya que esta política retributiva rompe cualquier criterio de justicia salarial: mismo trabajo, distinto salario, tanto entre los distintos colectivos del personal civil —laborales, funcionarios y estatutarios— como respecto al personal militar.
A partir del 1 de enero de 2026, la situación se agravará aún más, ya que no está previsto ningún abono económico para el personal civil, mientras se anuncian nuevas subidas salariales para el personal militar, plenamente merecidas, pero financiadas con partidas propias del Ministerio de Defensa.
En el caso del personal estatutario, la discriminación alcanza niveles inadmisibles: ni siquiera se ha hecho público hasta la fecha el reconocimiento de cuantía alguna, consolidando una desigualdad que FAC-USO considera inaceptable.
Las concentraciones celebradas el 17 de diciembre, con especial visibilidad en ciudades como Ferrol o Cádiz, evidencian que este conflicto no es puntual ni local, sino generalizado en todo el Estado.
El personal civil de Defensa ha dejado claro que no aceptará soluciones temporales, parciales ni excluyentes.
FAC-USO reitera su respaldo total a estas movilizaciones y exige una negociación real, transparente y con todos los interlocutores sindicales, que dé lugar a una mejora salarial permanente, consolidable y extensiva a todo el personal civil, sin excepciones ni discriminaciones.
La dignidad salarial y la igualdad de trato no se negocian.
