El pasado día 30 de abril se publicó en el BOE una orden ministerial sobre planificación estratégica
de los recursos humanos de la Administración General del Estado, que a juicio de USO presenta
deficiencias que merecen una crítica fundamentada.
En primer lugar, el documento parece contener medidas poco realistas que podrían no ser efectivas para abordar los graves desafíos actuales que enfrenta la AGE.
La falta de concreción en los incentivos para lograr la permanencia del personal próximo a jubilarse es una omisión significativa, ya que la retención de talento experimentado es crucial para garantizar la continuidad y la eficiencia en los servicios públicos.
Además, la ausencia de una estrategia clara para atraer y renovar el personal con ofertas de empleo atractivas es una carencia notable en el documento. La falta de medidas concretas para incentivar la incorporación de nuevos profesionales con perfiles actualizados y diversificados podría limitar la capacidad de la Administración para adaptarse a las demandas cambiantes de la sociedad y la tecnología.
En cuanto a la cuestión de la movilidad del personal, se observa una falta de consideración hacia los empleados públicos, ya que las medidas propuestas podrían percibirse como perjudiciales para su estabilidad laboral y bienestar. La movilidad forzada o poco transparente puede generar descontento y desmotivación entre los trabajadores, lo que a su vez podría afectar negativamente a la eficacia y la calidad de los servicios públicos.
La falta de medidas realistas, la omisión de incentivos claros para la retención del personal experimentado y la ausencia de estrategias atractivas para atraer nuevos talentos son aspectos críticos que requieren una revisión profunda.
Desde USO vemos como una vez más se aprueba un documento, que debería contemplar una serie de medidas que realmente fueran efectivas de cara a solucionar el gravísimo problema que hay en toda la AGE con la falta de personal, pero que queda muy lejos de hacerlo.
Con solo echar un vistazo a la página oficial donde figuran las RPTs de los diferentes ministerios podemos
observar la gran cantidad de puestos vacantes que hay en la AGE y que no se cubren por falta de incentivos, bien sean económicos o de otra índole, para hacerlos atractivos.
Cualquiera podría llegar a pensar que, en determinadas circunstancias y en determinados puestos, la intención es privatizarlo, o externalizarlo como nos dicen ahora.
Puestos como puede ser cocinero, camarero, limpieza, seguridad… sistemáticamente se han ido suprimiendo para luego “externalizarlos”, con el consiguiente deterioro en las condiciones de los trabajadores y el enriquecimiento de unos pocos privilegiados a su costa. Por ello consideramos necesario que las políticas de recursos humanos en la Administración se enfoquen en soluciones efectivas y equitativas y que promuevan la excelencia en el servicio público y el bienestar de sus empleados.