La Junta de Extremadura está preparando una nueva convocatoria de plazas para teletrabajo, una modalidad que permite a los funcionarios de la Administración General trabajar tres días a la semana desde casa para avanzar en la conciliación de la vida familiar y laboral, mejorar la productividad y ahorrar costes.
Todavía no se conoce el número de vacantes que se ofertarán en esta ocasión, pero desde la Consejería de Hacienda y Administración Pública prevén que todo el proceso estará listo en el plazo de un mes.
La de este año será la segunda convocatoria de teletrabajo que la Junta ponga en marcha tras la normativa aprobada en la anterior legislatura. En 2018 el Ejecutivo ofertó 382 plazas en las diferentes consejerías. Se presentaron un total de 217 solicitudes, pero finalmente solo 87 empleados obtuvieron la autorización, aquellos cuyo puesto no requería una atención presencial. De estos, 40 pertenecían a la Consejería de Hacienda y Administración Pública; 13 a Cultura e Igualdad; 10 a Medio Ambiente y Rural, Políticas Agrarias y Territorio; nueve a Sanidad y Políticas Sociales; seis a Educación y Empleo; otros seis a Economía e Infraestructuras y tres a Presidencia.
Según el decreto aprobado en enero de 2018, todo el personal funcionario y laboral de la Junta, incluidos sus organismos y entes públicos dependientes, podrán acogerse a las convocatorias de teletrabajo siempre que ocupen un puesto susceptible de ser desempeñado mediante esta modalidad.
Por tanto, están excluidos quienes realicen tareas en oficinas de registro, atención e información al público. Tampoco podrán optar aquellos que tengan autorizada la compatibilidad con otro puesto de trabajo o actividad, los que realicen funciones de dirección, el personal eventual ni el de libre designación, entre otros. El teletrabajo será de carácter voluntario y reversible en cualquier momento, aunque la autorización se da en principio para un año completo, pudiendo incluso optar los beneficiarios a dos convocatorias consecutivas. La Junta sacará anualmente las convocatorias con las plazas disponibles excepto en el caso de mujeres embarazadas y víctimas de violencia de género, que podrán solicitarlo en cualquier momento.
Quienes se acojan a esta modalidad mantendrán sus retribuciones pero deberán disponer de los medios adecuados, entre ellos un ordenador con conexión a internet y un teléfono. Podrán trabajar desde casa tres días a la semana, pero los dos restantes tendrán que ir a la oficina. La Administración les facilitará un correo electrónico, las aplicaciones informáticas y un escritorio remoto que reproduzca el puesto de trabajo. Solo en el caso de que en un mismo servicio haya más solicitantes que puestos susceptibles de desempeñarse de forma no presencial, la Junta aplicará un baremo para valorar las solicitudes.
Para ello se tendrán en cuenta el número de hijos y su edad, que algún miembro de la familia o el propio solicitante tengan discapacidad o la distancia entre el domicilio y la ubicación del puesto laboral. Esta modalidad de trabajo se estrenó en la Administración autonómica el 1 de octubre de 2018.