Temporalidad, austeridad, salarios y futuro…..¡nada halagüeño!
Alguien me dijo en alguna ocasión, que cada vez que escribo en este Blog solo hablo de cosas negativas….mi respuesta siempre ha sido la misma: “Es que la situación es negativa, ojala fuera positiva y tuviera que escribir sobre temas diferentes”.
Todo esto viene a cuento del aumento de la temporalidad y empleos eventuales en precario, que están aumentado de forma disparatada en España.
La contratación es España se anuncia desde medios gubernamentales y empresariales, ha crecido……hasta ahí podemos estar de acuerdo, pero lo que no se dice es que el tipo de contrato es precario y con sueldos paupérrimos.
Por tener los datos claros, podemos afirmar que en el mes de febrero de 2014, según datos del SEPE se realizaron un total 1.090.879 contratos, de ellos 97.804 fueron de carácter indefinido (54.950 a tiempo completo y 42.854 a tiempo parcial).
El resto hasta completar el 1.090.879, fueron 13.248 contratos formativos, Obra o Servicio 309.710, Eventuales por circunstancia de la producción 282.620, y por último, contratos temporales a tiempo parcial que sumaron un total 319.988.
Los datos dicen lo que dicen, y según estos, exceptuando los contratos de carácter formativo (aunque habría mucho que decir si existe explotación encubierta en estos contratos y para que sirven actualmente: formación o mano de obra barata), hay un total de 979.827 contratos precarios, por no hablar de los salarios que figuran en ellos……cosa que también comentaré después.
Desde luego, con los números en la mano, uno podría decir que ha existido un aumento con respecto a febrero de 2013, eso es cierto, pero las personas que están detrás de esas cifras, en su mayoría no alcanzan un salario digno que les permita satisfacer sus necesidades básicas….¡esta también es la realidad!. Nos encontramos con miles de trabajadores que no llegan ni a 400 € mensuales, ¿que familia aguanta en una sociedad como la actual con ese salario?. Y encima hay que añadir que este tipo de contratos tienen una tendencia al alza a largo plazo….¡negro porvenir!
En cuanto al sector público, a pesar de lo que dicen algunos medios de comunicación y “oscuros personajes anexos” defensores a ultranza de la liquidación de todo lo que “huela” a público. Debemos decir, que en el 2013, es el tercer año consecutivo que se elimina empleo público. Mas de 35.000 puestos perdidos en el último trimestre del 2013.
En el sector público hay mas de 250.000 trabajadores temporales, y casi todo el empleo temporal se haya en las CCAA (60%) y AALL (22%), el resto corresponde a la AGE ( 4%) y las Empresas Públicas (14%).
El último estudio de la Agencia Estadística Europea (Eurostat), coloca a España con un 25% de contratos temporales, solo por encima de Polonia (26,9%). La media de la Unión Europea en un 14,1%, esto quiere decir que España dobla la temporalidad. ¡Las comparaciones son odiosas, pero estás mas! Y luego dicen, que hay que abaratar y liberar más, el tipo de contratación…¡lo que hay que oír!
Y todos estos datos nos llevan a la famosa austeridad. No solo esa austeridad no ha conseguido ni la reducción real de la deuda, ni el fomento de crecimiento económico, la verdadera realidad es que nos estamos acercando peligrosamente a una deflación económica, situación muchísimo peor que la inflación ( lo advierte el FMI).
Al leer esto, la primera pregunta que se hace uno es: ¿Que es la deflación?. Y lo que leemos sobre ella nos preocupa como ciudadanos y trabajadores que somos, por las consecuencias que llevan detrás de esto.
Deflación: La deflación, en economía, es la bajada generalizada y prolongada (como mínimo, dos semestres según el FMI) del nivel de precios de bienes y servicios.
Suele responder a una caída en la demanda y puede tener consecuencias más negativas que la inflación.
Y las desventajas para los trabajadores son enormes, por los siguientes motivos:
La peligrosidad de esta situación viene de que es difícil salir de esta situación ya que se crea un círculo vicioso por el que al caer la demanda, las empresas ven reducidos sus beneficios al tener que reducir los precios para conseguir ventas, como consecuencia de ello, tienen que reducir costes, lo que significa que tienen que recortar empleados. A su vez, si hay gente que se queda en paro, la demanda seguirá disminuyendo ya que estos dejarán de comprar también.
Las propuestas de los economistas para salir o mejor no entrar en deflación, suele ser casi siempre la misma: controlar la inflación e incrementar el gasto público, entre otras medidas.
La actual crisis recordemos, es ante todo una crisis del sector privado, por el abuso del crédito por parte del sector privado. Y su coste ha tenido que ser asumido por el sector público, es decir, por todos los ciudadanos que son los que al final han tenido que pagar ese abuso, mediante subidas de impuestos, mayores tasas, reducción de servicios (sanidad, educación, prestaciones, etc.) y mayor desempleo. ¡Esa es la realidad!.
La crisis es una crisis de los bancos, que al final han conseguido que la culpa recaiga sobre los Estados, para que puedan ser rescatados a costa de todos.
Los recortes salariales, los contratos en precario, el desempleo, son los que al final nos llevan a una situación anómala, y además injusta: Los grandes bancos europeos y corporaciones financieras, ganan; los ciudadanos pierden.
La única solución a esta situación injusta, desde el punto de vista sindical y como ciudadano, es dar la vuelta a la tortilla: ¡Financiar a los ciudadanos mejorando sus servicios, salarios y prestaciones, y que pague el sector financiero! Si no ocurre esto, y no somos capaces de recuperar la Europa del bienestar, que siempre hemos querido, no tendremos ningún futuro.