La bisexualidad es la orientación sexual más desconocida de las que forman el colectivo LGTB. Vivimos en una sociedad en la que sólo se contempla la atracción hacia el mismo sexo/género (homosexualidad) o diferente género/sexo (heterosexualidad) invisibilizando todo tipo de diversidad que pueda existir entre estos dos polos.
Es por esto que todavía hay personas, tanto heterosexuales como homosexuales, que creen que nuestra orientación no existe o personas que solo reconocen nuestra existencia para achacarnos una serie de mitos que rodean a nuestra orientación. Pero, ¿qué es realmente la bisexualidad?
“Definimos bisexualidad como la capacidad de sentir atracción romántica, afectiva y/o sexual por personas de más de un género/sexo no necesariamente al mismo tiempo, no necesariamente de la misma manera y no necesariamente en el mismo grado ni con la misma intensidad” (RobynOchs).
Efectivamente es una orientación que abarca una gran diversidad ya que puede ser compartida por hombres y mujeres cisexuales (personas cuyo sexo anatómico se corresponde con su identidad de género), transexuales, personas transgénero e intersexuales etc. Una de las razones por las que es importante reivindicar la bisexualidad.
Al igual que es invisible nuestra orientación, también lo es la discriminación que sufrimos ya que aparte de la homofobia que podemos experimentar cuando tenemos una pareja de nuestro mismo sexo, también podemos sufrir bifobia, que es distinta a la homofobia. La bifobia es el conjunto de sentimientos, actitudes y comportamientos negativos hacia las personas bisexuales y está presente en todos los niveles sociales incluyendo los colectivos de personas LGT. De hecho, las mujeres bisexuales estamos expuestas a una doble discriminación por el hecho de ser mujeres y por nuestra orientación sexual.
Algunos otros ejemplos de bifobia son: Negación de que la bisexualidad existe, exclusión y marginación de las personas bisexuales y los mitos sobre la bisexualidad. Son mitos que muchos habréis oído: Las personas bisexuales somos viciosas, promiscuas. No somos de fiar. Estamos confundidas porque no sabemos nuestra “verdadera orientación”. Cosas que de por sí no son negativas, pero que se convierten en un problema cuando es lo único que se dice de las personas bisexuales. La invisibilidad de nuestra orientación y los estereotipos están perpetuados debido a la falta de referentes bisexuales en la cultura, medios de comunicación o en el día a día que además dificulta que las personas bisexuales puedan reafirmarse en su propia orientación. De hecho, es preocupante que la presencia de las personas bisexuales en el cine o la televisión esté muchas veces representada a través de personajes en los que no se puede confiar, con tendencia a la infidelidad, con carencia del sentido de la moralidad y con claras tendencias autodestructivas. En definitiva, estas creencias fruto de la ignorancia hacen que sobre las personas bisexuales haya un estigma social que causa grandes problemas a las personas bisexuales.
Como no puede ser de otra manera, este estigma también afecta a las personas bisexuales en su lugar de trabajo y hace que estas puedan tener más problemas en su trabajo si se conociese su orientación. Un estudio del Instituto Angus Reid de Canadá reveló que precisamente por esta razón, las personas bisexuales están menos fuera del armario en sus lugares de trabajo que gais y lesbianas (1). De forma más detallada, la plataforma británica Stonewall (2) indaga sobre la experiencia de las personas bisexuales de Reino Unido en el trabajo. Según Stonewall, las personas bisexuales a menudo no pueden acceder a las iniciativas puestas en marcha para apoyar a las personas LGTB en su trabajo ya que simplemente no se les tiene en cuenta. Es más, en algunos casos al acceder a estas iniciativas las personas bisexuales tuvieron que enfrentarse a comportamientos bifóbicos como tener que elegir entre ser homosexuales o heterosexuales. En España todavía no hay ningún estudio que analice en profundidad cual es el estado de las personas bisexuales en el trabajo. Sin embargo, dada la similitud de la sociedad española con la británica, no esperamos que la situación sea diametralmente opuesta. Por eso invitamos a las personas encargadas de elaborar iniciativas de integración del colectivo LGTB en su lugar de trabajo a abordar este tema siguiendo las recomendaciones que se hicieron en su día desde Stonewall: Separación de la experiencia bisexual de la de gais y lesbianas, consultar y apoyar a las personas bisexuales, garantizar que las personas bisexuales tengan un acceso seguro a la ayuda y procedimientos inclusivos que para que la bisexualidad esté presente en las políticas de integración laboral.
Desde la FELGTB apostamos por el 2016 como el “Año de la Visibilidad Bisexual en la Diversidad” como primer paso para dar a conocer a la sociedad qué es realmente la bisexualidad, lejos de todos los mitos que la envuelven y que configuran una imagen negativa de ella en el imaginario social. De igual modo, con este año temático pretendemos acabar con la bifobia en todas sus expresiones y aportar referentes dentro de la sociedad, con el fin de empoderarnos como personas bisexuales y abrir camino a las futuras generaciones para que vivan plenamente su afectividad y/o sexualidad. Creemos sinceramente que ampliar los márgenes de cada persona para autodefinirse y vivir acorde con esta definición no hace sino colaborar al desarrollo de una sociedad más igualitaria, libre e inclusiva con todas las realidades, de forma real.
Por todo esto, en este Orgullo nos manifestaremos para reclamar una mayor visibilidad de la Bisexualidad y se refleje en las Leyes por la Igualdad Real, que tanto necesita todo el colectivo LGTB y también reclamamos.