En una declaración dada a conocer la víspera de las Reuniones de Primavera del FMI y el Banco Mundial (Washington 15-17 de abril), la CSI y sus organizaciones asociadas de la Agrupación Global Unions han pedido a las instituciones financieras internacionales (IFI) que tomen medidas destinadas a apoyar la recuperación de la economía mundial a través de la inversión pública en infraestructura física y social, incluyendo la economía asistencial, y aumentos salariales.
La publicación, el martes, por parte del FMI de una nueva revisión a la baja de sus previsiones de crecimiento económico mundial confirma la tendencia a una peligrosa espiral descendente de las tasas de crecimiento, e incluso la deflación en algunas regiones identificadas en la declaración de la Agrupación Global Unions.
A este respecto, Sharan Burrow, Secretaria General de la CSI, comentó: “Aun cuando los directivos del FMI reconocen poco a poco que es necesario un esfuerzo mundial concertado para lograr la recuperación económica y que los ciudadanos vuelvan al trabajo, sus departamentos operativos siguen aferrados a políticas fallidas de austeridad y desregulación, que presionan a los gobiernos a través de las condiciones de préstamo o recomendaciones políticas específicas para cada país. Estas políticas están generando desigualdad.
“Las propias investigaciones del FMI muestran que el debilitamiento de las regulaciones y de las instituciones laborales, así como el recorte de las prestaciones a las personas sin empleo, realmente pueden representar un obstáculo a la recuperación y empeorar la desigualdad de ingresos. No obstante, estas son exactamente las políticas que el FMI ha venido impulsando en los países que experimentan una recesión o un lento crecimiento. Es hora de que las actividades del Fondo coincidan con el discurso contra la desigualdad y a favor del empleo de sus directivos”.
La declaración también aborda las iniciativas del Banco Mundial y emite una valoración positiva de una reciente publicación sobre las regulaciones del mercado de trabajo que, por primera vez en un informe detallado del Banco, subraya el daño causado por una escasa regulación, así como el costo de una regulación excesiva.
“Representa un cambio positivo del informe Doing Business que, hasta que el Banco suspendió su índice de flexibilidad del mercado de trabajo hace pocos años, trabajó bajo el supuesto de que todas las regulaciones que protegen a los trabajadores y las trabajadoras no son más que impedimentos para hacer negocios”, añadió Burrow.
“Nos satisface el enfoque más equilibrado adoptado por el nuevo informe y apoyamos la recomendación de contar con la participación de las organizaciones de trabajadores y de empleadores y la OIT en todo nuevo diseño de la legislación laboral. La verdadera prueba consistirá en ver si el Banco toma medidas serias para poner en práctica esta recomendación”.
La Agrupación Global Unions recomienda que, como parte de la revisión en curso de su política de salvaguardia medioambiental y social, el Banco Mundial adopte un requisito relativo a las normas del trabajo para sus préstamos que se remita plenamente al cumplimiento de los derechos fundamentales contenidos en los Convenios de la OIT. Esta medida pondría al día al Banco Mundial con otros bancos multilaterales de desarrollo que ya han adoptado una salvaguardia laboral.
La declaración también pide a las instituciones financieras internacionales que apoyen la transición hacia una economía baja en carbono a través de la inversión pública en infraestructuras de alta eficiencia energética así como la adopción de impuestos sobre el carbono.
El enlace para la declaración de la Agrupación Global Unions para las Reuniones de Primavera de 2016 del FMI y el Banco Mundial