La CSI apoya una declaración efectuada por su organización regional para las Américas, la CSA, en defensa de la democracia en Brasil, cuando se intensifica la campaña emprendida por fuerzas conservadoras contra la presidenta Dilma Rousseff.
Sharan Burrow, Secretaria General de la CSI, comentó: “El proceso de destitución de la presidenta Dilma Rousseff ha sido iniciado por una Cámara de Diputados donde reina la corrupción, teniendo en cuenta que más de la mitad de sus miembros han sido condenados o están implicados en distintas causas por actividades ilícitas.
El intento de destituir de su cargo a la presidenta electa de Brasil no es sino una argucia política en contra de los progresos logrados, especialmente a favor de los pobres, en los años transcurridos desde que fuera elegido por primera vez su predecesor, el ex presidente Lula. Los planes de aquellos que intentan destituirla empiezan a emerger ya – privatización, debilitamiento de la protección social, desmantelamiento de los programas sociales y volver a poner la economía del país en manos de oligarcas corruptos y avariciosos. La democracia y el Estado de derecho están viéndose amenazados en Brasil”.