“Una letanía de promesas climáticas incumplidas”, así es como el secretario general de la ONU, António Guterres, ha descrito el último informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC). Pero las conclusiones son claras en cuanto a que un cambio rápido a las energías renovables a través de una transición justa permitirá que los objetivos climáticos se cumplan.
La secretaria general de la CSI, Sharan Burrow, ha declarado: “Este informe expone una cruda realidad: las emisiones globales de gases de efecto invernadero tienen que alcanzar su punto máximo antes de 2025; y de aquí a 2030 tenemos que reducir las emisiones en un 43% para tener la posibilidad de limitar el calentamiento global a 1,5°C.
“Es mucho, pero el informe señala que la energía solar y la energía eólica tienen el potencial para cubrir más de una tercera parte de este objetivo.
“Es inevitable: el mundo necesita inversiones rápidas, importantes e inmediatas en puestos de trabajo para construir esta infraestructura y recortar las emisiones necesarias.
“Al mismo tiempo, el informe deja claro que, para sobrevivir, es preciso abandonar el uso del petróleo y el gas. Tenemos que reenfocar las infraestructuras y las subvenciones de los combustibles fósiles.
“Esto requiere una transición justa: un plan para convertir los empleos del sector de los combustibles fósiles en empleos de las energías renovables. Cada país, cada industria, cada empresa y cada inversor debe tener un plan desarrollado, en colaboración con los trabajadores y las trabajadoras y sus comunidades, y deben aplicarlo rápidamente.
“Nuestro informe, elaborado con el World Resources Institute y New Climate Economy, muestra que este cambio también tiene sentido desde el punto de vista económico y social. Invertir en energía solar permite crear 1,5 veces más de puestos de trabajo que invertir la misma cantidad de dinero en combustibles fósiles.
“El IPPC ha hecho un llamamiento a la acción en favor del empleo en el sector de las energías renovables. Inversores, empresas y gobiernos tienen que hacerlo realidad de inmediato. Sabemos que por cada 10 puestos de trabajo en el sector de las energías renovables, hay otros 5 o 10 en las cadenas manufactureras de abastecimiento, y, si se trata de buenos empleos con salarios justos, entre 30 y 35 puestos de trabajo en el conjunto de la comunidad”.
El informe del IPPC deja claro el potencial transformador de la transición justa, afirmando que puede “generar confianza social y afianzar y ampliar el apoyo a los cambios transformadores”. Y añade: “Esto ya está sucediendo en muchos países y regiones conforme se han ido estableciendo comisiones o grupos de trabajo nacionales para la transición justa, y las correspondientes políticas nacionales. Están participando multitud de actores, redes y movimientos”.
“Necesitamos que los sindicatos participen en el proceso de elaboración de estos planes y que garanticen el apoyo a los ingresos para asegurar las pensiones, la recualificación y la reubicación”, concluye Sharan Burrow.
La Confederación Sindical Internacional (CSI) representa a 200 millones de trabajadores y trabajadoras en 332 organizaciones afiliadas nacionales en 163 países y territorios.