La carta advierte sobre la peligrosa falta de personal en el sector sanitario y asistencial en todo el mundo y va dirigida a todos los ministros de Sanidad y Finanzas de los Estados miembros y delegaciones de la OMS.
Los sindicatos firmantes de trabajadores de la salud y otro personal vital de primera línea, instan a que se adopten medidas inmediatas para hacer frente a la escasez crítica de personal sanitario en todo el mundo.
En los pabellones de nuestros hospitales y centros asistenciales de todo el mundo se está instalando una crisis.
El personal sanitario, columna vertebral de nuestros sistemas médicos, está abandonando sus funciones en un número sin precedentes.
La pasada semana, la ISP dió a conocer los resultados de nuestra encuesta mundial a más de dos mil enfermeras y trabajadores sociales de cincuenta países de todo el mundo.
Las cifras dibujan una realidad desoladora: la mayoría de estos trabajadores piensa regularmente en dejar su trabajo. Un tercio ha visto morir a pacientes por falta de personal.
La Organización Mundial de la Salud ha dado el loable paso de iniciar negociaciones sobre un Tratado de Preparación ante una Pandemia para ayudar a proteger a los trabajadores sanitarios y a nuestras comunidades.
Sin embargo, este tratado no producirá cambios a menos que los gobiernos escuchen las experiencias de los trabajadores y actúen para garantizar que contamos con el apoyo adecuado.
Por eso desde la ISP se han elaborado nuestras Cinco reivindicaciones de los trabajadores sanitarios para el Tratado sobre Pandemias.
Estas reivindicaciones, elaboradas a partir de las aportaciones de todos los miembros y de los sindicatos que representan a más de diez millones de trabajadores sanitarios y asistenciales en todo el mundo, incluyen peticiones de
- Formación rápida y mejores condiciones laborales para impulsar el empleo sanitario.
- Reforzar las reservas y las cadenas de suministro para minimizar la exposición a riesgos indebidos.
- Prestación de asistencia sanitaria universal de calidad para todos como servicio público.
- Suspensión de patentes sobre suministros y medicamentos que salvan vidas.
- Medidas para reforzar los presupuestos de la sanidad pública, como la coordinación internacional para acabar con la evasión fiscal de las empresas y un replanteamiento de nuestros sistemas de deuda mundial.
Como ministros responsables del sector sanitario y de los presupuestos de sus naciones, les instan a que apliquen rápidamente políticas que reflejen estas demandas y fomenten su adopción como parte del proceso de los tratados de la OMS.
Los argumentos económicos a favor de invertir en el empleo del personal sanitario son claros.
Según un estudio reciente de UNICEF, aumentar el gasto sanitario en tan sólo 5 dólares por persona y año podría generar hasta nueve veces ese valor en beneficios económicos y sociales, incluido un mayor PIB.
Durante demasiado tiempo, el Norte ha dependido de la salida de profesionales cualificados del Sur para paliar la escasez de personal sanitario.
En sólo quince años, los países de la OCDE han visto aumentar en un 60% el número de inmigrantes que trabajan en sus sistemas sanitarios.
Este planteamiento es sencillamente insostenible, sobre todo si se tienen en cuenta las graves carencias a las que se enfrentan los países en desarrollo en sus propios sistemas sanitarios y asistenciales. Esto pone de relieve la necesidad de cooperación internacional y de soluciones, como las que podrían desarrollarse a través de un ambicioso tratado de la OMS.
La encuesta muestra que tres cuartas partes de los trabajadores sanitarios creen que los políticos aún no han tomado medidas significativas para mejorar las condiciones en primera línea. Existe un profundo sentimiento de traición en todo el mundo.
