Para la Confederación Europea de Sindicatos, CES, de la que USO forma parte, esta crisis está impulsada por el exceso de beneficios, no por los salarios.
Los salarios no son la causa de la inflación. Los trabajadores son las víctimas de esta crisis, ya que el valor de sus salarios disminuye mientras los precios de los productos cotidianos aumentan. Esto está aumentando las desigualdades existentes, siendo los trabajadores peor pagados y las personas vulnerables los más afectados.
Los empresarios, los gobiernos y la UE tienen la responsabilidad de tomar medidas urgentes para hacer frente a la crisis del coste de la vida, garantizando aumentos salariales, ayudas de emergencia para las familias con dificultades, un límite a los precios, impuestos y la redistribución del exceso de beneficios y riqueza.
Por ello, los trabajadores y sus sindicatos de toda Europa piden un plan de seis puntos para hacer frente a la crisis del coste de la vida y construir una economía que esté al servicio de los trabajadores.
Exigimos:
1.- Subidas salariales para hacer frente al aumento del coste de la vida y garantizar que los trabajadores reciban una parte justa de los aumentos de productividad, así como medidas para promover la negociación colectiva como la mejor manera de lograr un salario justo y una economía sostenible.
2.- Pagos dirigidos a las personas que luchan por pagar sus facturas de energía, poner comida en la mesa y pagar el alquiler; el derecho a la alimentación y a un hogar cálido son derechos humanos y deben ser protegidos. No se puede esperar que las personas en situación de pobreza paguen facturas inasequibles. Hay que prohibir las desconexiones.
3.- Se deben poner topes a los precios, especialmente al coste de las facturas de la energía, y un impuesto impermeable sobre los beneficios excesivos de las empresas energéticas y de otro tipo para garantizar que no se les permite especular con esta crisis, junto con otras medidas para frenar la especulación, como el freno a los dividendos, y para impedir la especulación con los precios de los alimentos.
4.- Medidas nacionales y europeas de apoyo contra la crisis para proteger los ingresos y los puestos de trabajo en la industria, los servicios y el sector público, incluyendo medidas del tipo SURE para proteger los puestos de trabajo, los ingresos y para financiar las medidas sociales para hacer frente a esta crisis y a los procesos de transición justa.
5.- Reformar el funcionamiento del mercado energético de la UE. Reconocer que la energía es un bien público e invertir para atajar las causas profundas de la crisis, como la escasa inversión en energía verde y las consecuencias de la privatización.
6.- Un asiento en la mesa para que los sindicatos diseñen y apliquen medidas contra la crisis a través del diálogo social. Este es el método probado para gestionar la crisis con éxito.
Los gobiernos y la UE no pueden quedarse al margen de esta crisis. El precio de la inacción o de la adopción de una respuesta equivocada, como el aumento de los tipos de interés, la congelación de los salarios o la vuelta a la fallida agenda de austeridad, será catastrófico.