Chile vive días de movilización de su sociedad. Ha roto el silencio de años de aplicación de medidas neoliberales que han consistido en reducir la capacidad de intervención del Estado, estableciendo la privatización o desmantelamiento de los servicios de protección social y los servicios de educación y sanidad y una desregulación laboral. El fruto de todo ello es una gran parte de la población excluida y una gran desigualdad.
Todo empezó, hay que señalarlo, con el golpe militar de 1973 y el rol histórico de las Juntas Militares para convertir a Chile en el alumno aventajado de las doctrinas neoliberales.
La desigualdad en Chile es proverbial y ha alimentado un malestar social que los diferentes gobiernos democráticos no han logrado o querido mitigar.
El Gobierno, ahora, por su parte, promete una revisión constitucional con muchas limitaciones y una generación de discusiones que distancien las respuestas y ahoguen las protestas.
Mientras, el gobierno de Chile anunció que no acogerá dos importantes cumbres internacionales, al tener que hacer frente a crecientes presiones de las protestas contra la austeridad: la cumbre comercial de APEC prevista en noviembre y la conferencia de la ONU sobre el clima (COP25) en diciembre, cuando la comunidad internacional respondió alarmada por la brutal represión de las protestas.
Los sindicatos chilenos transmitieron al Gobierno Piñera un pliego con 10 demandas, incluyendo el establecimiento de salarios mínimos y pensiones vitales, una protección efectiva de los derechos fundamentales en el trabajo, y una reducción de la jornada de trabajo fijando un máximo de 40 horas semanales. Proponiendo soluciones que han demostrado combatir la desigualdad, los sindicatos instan al Gobierno a reforzar la negociación colectiva, construir un diálogo social efectivo y garantizar el derecho a la huelga.
Por todo ello, tras la traída de la COP25 a Madrid, pero manteniendo la presidencia chilena en la misma, para mostrar nuestra solidaridad con los trabajadores y pueblo chileno, los sindicatos CCOO, UGT y USO quieren seguir visibilizando la protesta del pueblo chileno y convocan junto a la CUT de Chile, todos afiliados a la CSI, una concentración delante de la embajada de Chile, en Lagasca 88 , a las 19h del día 4 de diciembre.
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