El anuncio realizado por el Presidente de la FIFA, Gianni Infantino, del establecimiento de un órgano de supervisión para controlar las condiciones de trabajo en las obras de construcción de los estadios para la Copa del Mundo de Qatar, pone efectivamente de manifiesto que la FIFA está empezando a responsabilizarse por fin de las personas cuyo trabajo es fundamental para la celebración de este importante acontecimiento deportivo que tendrá lugar en 2022.
El anuncio publicado en el sitio web de la FIFA señala que: “…Ser anfitrión de la Copa del Mundo de la FIFA es una oportunidad para establecer un referente en términos de condiciones justas y sostenibles para todos los trabajadores y trabajadoras que se encuentran en Qatar. Con respecto al acontecimiento deportivo de 2022, este órgano validará la calidad y efectividad de los procesos de debida diligencia establecidos, analizará los resultados regulares provenientes del sistema de auditoría independiente así como las medidas correctoras adoptadas por el Comité Supremo para abordar posibles problemas, y presentará informes sobre las conclusiones, recomendaciones y progresos, con el objetivo de incrementar la transparencia en torno a este importante tema…”.
Sharan Burrow, Secretaria General de la CSI, ha expresado: “Estamos ante lo que podría constituir un paso importante para acabar con los abusos que sufre la mano de obra migrante de Qatar a medida que el ritmo del proceso de construcción se va acelerando para poder cumplir el plazo establecido de 2022.
El informe publicado el 14 de abril por el profesor John Ruggie, experto en derechos humanos, establece las responsabilidades de la FIFA. Es preciso que la composición, objetivos y actividades de su órgano de supervisión reflejen plenamente las recomendaciones del profesor Ruggie. En particular, es necesario reconocer que hay muchos más trabajadores involucrados en la preparación de la Copa del Mundo que trabajando únicamente en el interior de los estadios, y que hasta que el Gobierno no reforme su legislación laboral medieval, las empresas y órganos responsables de la preparación de la infraestructura para la celebración de la Copa del Mundo pueden y deben hacer lo necesario para garantizar el respeto de los derechos de los trabajadores en todas sus operaciones”.
