Nuestros valientes compañeros y compañeras que luchan por la democracia en Myanmar necesitan tu ayuda para sobrevivir.
El 1 de febrero de 2021, en vísperas de la sesión inaugural del nuevo Parlamento, el ejército de Myanmar –Tatmadaw– dio un Golpe de Estado, procediendo a la detención del presidente Win Myint, la consejera de Estado Aung San Suu Kyi y más de un centenar de diputados electos de la Liga Nacional para la Democracia (NLD), que había obtenido una victoria aplastante en las elecciones celebradas en noviembre de 2020.
En pocos días, trabajadores y trabajadoras se declararon en huelga en todo el país. La Confederation of Trade Unions Myanmar (CTUM), central sindical afiliada a la CSI, ha venido coordinando las huelgas en defensa de la democracia. Solicitaron ayuda a la comunidad internacional pidiendo que se establezcan estrictas sanciones –incluyendo asfixiar las finanzas personales y empresariales de los generales–, una medida fundamental para impedir que sigan manteniendo el actual reinado de terror.
Trágicamente la brutalidad de la junta militar en Myanmar, en su empeño por conservar el poder, está teniendo terribles consecuencias:
- 769 personas, incluidos niños, han sido asesinadas por el ejército, que ha utilizado munición real disparando contra multitudes, edificios públicos y residenciales.
- 4.737 personas han sido detenidas, registrándose informes de torturas y agresiones sexuales.
- 20 dirigentes sindicales han sido arrestados y se han dictado órdenes de detención contra al menos otros 75, aplicándose ahora contra los sindicatos el código penal.
- Se han allanado oficinas sindicales y los militares han efectuado registros en los domicilios de sindicalistas.
- Cientos de familias de trabajadores ferroviarios fueron expulsadas de viviendas estatales por su participación en huelgas y protestas a finales de abril, cuando prácticamente todos los 20.000 empleados de Ferrocarriles de Myanmar se declararon en huelga.
- Aquellos trabajadores que no se reincorporen a sus puestos de trabajo son despedidos sin compensación alguna.
- El régimen militar ha impuesto además estrictos toques de queda, vigilancia tecnológica y cortes regulares de las líneas telefónicas y de Internet.
El movimiento sindical internacional ha establecido un fondo de huelga coordinado para distribuir ayuda a los sindicatos de Myanmar.
Los trabajadores/as de Myanmar y sus familias están arriesgando sus medios de subsistencia, sus vidas y sus hogares por oponer resistencia al régimen militar.
Nuestra solidaridad resulta esencial.
Las contribuciones al fondo se distribuirán entre los trabajadores y las familias que hayan perdido sus medios de vida debido a las huelgas u otras acciones de protesta, y servirán para responder a las necesidades de emergencia (alimentos, alojamiento y atención médica, entre otras) de la población
