Las Global Unions, los sindicatos organizados a través de la Confederación Sindical Internacional, el Consejo Consultivo Sindical ante la OCDE (TUAC) y las diferentes federaciones sindicales internacionales, han hecho público una declaración dirigida a los Ministros de Trabajo y Empleo y sus homólogos de Finanzas y gobernadores de los bancos centrales de los países del llamado grupo L-20, las principales economías del mundo, que se reúnen en Ankara (Turquía), los próximos días del 3 al 5 de septiembre.
En esta declaración se pide que “la creación de empleos de calidad debe convertirse en la prioridad central del G20 con compromisos concretos en materia de políticas y un seguimiento coordinado. La reunión de los Ministros de Trabajo y Empleo y la reunión conjunta con los Ministros de Finanzas y los Gobernadores de Bancos Centrales deben actuar como un catalizador para la acción. En muchas economías, el crecimiento se ve limitado por la austeridad fiscal y el estancamiento de los ingresos de las familias trabajadoras. La crisis griega no es sino una manifestación de esta situación. A nivel mundial, los trabajadores y trabajadoras se enfrentan a una grave presión financiera que hace descender los salarios por debajo del costo de vida. A pesar de la prueba contundente de que tales políticas no alcanzan los objetivos económicos que se plantean, sino que tienen consecuencias sociales graves, algunos gobiernos del G20 y las instituciones internacionales han abogado por seguir adelante con las políticas de austeridad y las “reformas” estructurales que reducen los salarios y la protección del trabajador. En el contexto actual, tales enfoques darán lugar a un mayor estancamiento del empleo y el crecimiento económico. Las tasas de desempleo siguen siendo altas, o siguen en aumento, incrementando el riesgo de convertirse en “estructurales” debido a sus efectos duraderos. El riesgo para los jóvenes es especialmente grave, ya que su tasa de desempleo es tres veces superior en comparación con la de los trabajadores adultos.”